"En Leganés disfruto del fútbol, ha sido una liberación total"
Herrerín tiene nuevo tatuaje: su sonrisa. La luce desde que aterrizase en Butarque. Por la cláusula del miedo, animará al Leganés en la grada contra el Athletic.
Herrerín no podrá jugar contra el Athletic por una cláusula del miedo que, para él, “sobra”, afirma con una sonrisa. En Leganés, admite, siente una “liberación total”. “En Bilbao me daban palos por todas partes. Aquí disfruto del fútbol”, añade. Su contrato no incluye la opción de regresar en este mercado invernal, una posibilidad que no se le pasó por la cabeza tras la lesión de Kepa. “Ni lo pregunté. Sería volver a lo mismo por lo que salí”. Afirma que al Athletic se le gana “corriendo mucho” y no duda en pensar que Garitano está preparado para entrenar a los leones el día que salga Valverde. “No tiene que demostrar nada ¿Valverde? Si yo fuera un grande lo ficharía”, dice sin dudar.
—¿Le da rabia no poder jugar contra su Athletic?
—Sí. Es mucho tiempo sin jugar. Se han metido en medio las vacaciones, la expulsión… Es una pena no poder estar ahí. Es de los partidos que más ilusión me haría jugar. Es mi equipo, tengo muchos amigos y me hace ilusión competir contra ellos. También me apetece demostrar cosas.
—No le veo muy partidario de la cláusula del miedo…
—Hoy en día esa cláusula creo que sobra. Creo que en Inglaterra la quieren quitar también. Para mí sobra. Pero bueno… está ya escrito así en mi contrato. No puedo hacer otra cosa. Estaré en la grada animando.
—Se le ve relajado. ¿Ha sido una liberación fichar por el Leganés?
—Sí. Para mí ha sido una liberación total. En Bilbao me caían palos por todos lados. De cara a mucha gente nunca he hecho las cosas bien. Por eso necesitaba un cambio. Una liberación. Poder demostrar que, compitiendo entre semana, y no cada tres semanas, que valgo para esto.
—¿Cómo se ve Bilbao en la distancia?
—Cuando me fui de allí decidí olvidarme de todo aquello. Disfrutar del fútbol. Allí no disfrutaba del fútbol y por eso no daba mi nivel. Ahora estoy como un aficionado del Athletic. Sufro con el equipo porque lo quiero mucho. Es el club de mi vida. A la hora de salir no fue fácil. Lo cómodo habría sido quedarme, pero un deportista necesita avanzar y la única manera era fichar por el Leganés.
—Y el Leganés no es tan grande como el Athletic.
—El primer día que llegué hablé con Garitano y me dijo que Leganés es muy diferente a lo que es aquello. Pero no nos engañemos: un campo de fútbol mide igual aquí o en Bilbao. Yo tenía claro que quería liberarme, disfrutar, sentirme importante. Desde el primer día Asier me transmitió esa tranquilidad. Eso es lo que agradezco.
—¿Qué ha aprendido ya de la filosofía de Garitano y del Leganés?
—De todo se aprende. Desde que llegué aquí sabía que el objetivo era mantener al equipo en Primera. Es un objetivo como meterte en Europa League, que era por lo que peleábamos en Bilbao, meterte en Champions o ganar un título. El título que tiene que ganar el Leganés es estar en Primera. Yo quiero ayudar a todo el club a lograrlo. ¿Personalmente? Sería un título magnífico volver a Bilbao con la tranquilidad de haber mantenido al equipo, de haber hecho mi trabajo.
—Vaya maldición tienen sus dos equipos, Leganés y Athletic, con los porteros.
—Es una pena lo de Kepa. Menos mal que es solo muscular. Resulta curioso que cuando estábamos tres porteros ninguno se lesionaba y ahora que sólo hay dos, en un mes ha habido una lesión. Es fútbol. Quizá si me hubiera quedado, jamás ninguno nos hubiéramos lesionado. Afortunadamente el Athletic tiene muchos porteros y todos muy buenos. Está Remiro, que no sé si están buscando repescarlo, Simón del filial… Se demuestra que el Athletic es una de las mejores canteras de portero.
—¿Habló con él?
—Claro. Somos compañeros y amigos. Es una faena. En su año de debut, cuando mejor estaba… Estaba fastidiado tanto él, como yo. Me apetecía verle en este desplazamiento. Pero bueno, son cosas que pasan. A mí, en Segunda B, en el Barakaldo, me pasó algo parecido. Parece que te corta, pero estoy seguro de que saldrá adelante.
—Su contrato no tiene cláusula de repesca por parte del Athletic. ¿No la ha echado de menos después de la lesión de Kepa?
—Es curioso, pero no sabía si tenía cláusula o no. Ni lo pregunté cuando se lesionó Kepa. No lo pregunté porque ni lo pensé. Volvería a lo mismo de antes. Lo que me convenía a mí y al Athletic era estar en un sitio donde pudiera competir. Demostrar que puedo disputar la Liga o lo que sea en Bilbao.
—¿Pagará el Athletic el esfuerzo de la Copa?
—Jugar contra el Barça es beneficioso para el Leganés por el desgaste. De todas formas, lo importante está en la cabeza y no tanto en las piernas. Si el Athletic viene reforzado por el rendimiento dado en esta eliminatoria, van a venir como tiros.
—¿Cómo se le gana al Athletic?
—Corriendo mucho, mucho. No sólo es porque los conozca, sino que se nota desde fuera. La primera parte ante el Barça en Bilbao fue alucinante. Desde fuera se disfruta esa intensidad. Tienen un potencial enorme, sobre todo arriba con Aduriz, Williams, Muniaín, Susaeta, Beñat…Esperemos que el partido se les haga largo.
—¿Y a qué jugador quitaría o ficharía del Athletic para este partido?
—Cada partido es diferente. Yo creo que el que se nota mucho es Beñat… pero te puedo decir Aduriz, Raúl García, Williams, Susaeta (que me encanta desde siempre)… todos son buenos y tienen recambios espectaculares.
—Mucho nombre propio. Y entre ellos, un Valverde que suena para suplir a Luis Enrique en el Barça.
—Valverde puede entrenar al equipo que quiera. En mi caso yo no competía los minutos que quería, pero sabía cómo llevarnos. Sabía cómo hablar conmigo, cómo sacarme el máximo rendimiento. Eso no es fácil. Cuando un equipo compite y logra que los 25 de la plantilla lo den todo, jueguen mucho o no, es cosa del míster y todo el cuerpo técnico. Sabe lo que hace y lo que quiere. Además, su estilo no lo cambia juegue contra quien juegue. Yo lo tengo claro: si fuera un entrenador de un grande, yo lo ficharía.
—Si se marcha Valverde quizá le acompañe a usted a Bilbao Asier Garitano…
—Yo creo que Asier está preparado. No tiene que demostrar nada. El poco tiempo que llevo con él me ha gustado muchísimo la transparencia y la personalidad que tiene. Tiene las ideas claras. Le gusta mucho la cercanía con el jugador. Es importante, sobre todo si lo miras desde el prisma de cómo se trabaja en Bilbao. Somos todos una familia. Somos todos de allí. En ese caso Asier se sentiría cómodo. También conoce Lezama y se sentiría cómodo. No tendría problema en encajar y sacar mucho partido al equipo. Es un entrenador que saca partido de todos los jugadores.
—Por pensar en el futuro, ¿es factible que usted se quede en Leganés?
—Para mí lo importante ahora es salvar al Leganés. Tendré luego que regresar a Bilbao sí o sí. Luego, ya se verá. Aquí, ya lo he dicho, estoy genial. Tengo mucha ilusión. Estoy como hace mucho que no estaba. Para mí hay que darle valor a la tranquilidad de un jugador. Si yo tengo que volver a Bilbao, pero luego debiera salir, siempre tendría en cuenta el Leganés.
—Claro que eso le obligaría a romper su amistad con Serantes para quitarle el puesto.
—(Risas) Eso sería un fastidio. Serantes es un ídolo aquí. El 70% del ascenso fue cosa de Jon Ander. Fue una temporada espectacular. Me llevo muy bien con él. Me dio mucha pena cuando se lesionó. Ante una oportunidad como la de jugar en Primera y romperte no es bonito. Ahora tengo la suerte de estar todos los días con él. Me encanta estar con él. El fútbol pone a cada uno en su lugar. Y a él le devolverá lo que ahora le está quitando. Seguro.
—¿Qué le parece todo el revuelo arbitral que se levantó en el Athletic-Barça?
—Los árbitros son parte del juego. Tengo un amigo que arbitra en Segunda B y a veces va de cuarto en Primera División. Discuto mucho con él. Los árbitros se complican más de lo que deberían. Es complicado ser árbitro. No sería árbitro ni por todo el dinero del mundo. Pero es cierto les gusta el afán de protagonismo.
—¿Qué le han parecido las declaraciones de Piqué?
—Piqué es un tío muy inteligente. Más listo que ninguno. Sabe cuándo tiene hablar, cuándo tiene que lanzar los dardos… para mí es un tío que habla muy bien.
—A Eneko Bóveda parece que no le sentaron muy bien.
—Eneko sabe lo que dice. En Bilbao están hartos de que siempre que se le gana a un grande se mira más a los árbitros que a lo que ha hecho bien el Athletic. Eso molesta, claro. Entiendo que el Barça esté dolido. En la Supercopa les metimos cuatro el año pasado, nos han ganado la Copa del Rey… hay una pequeña disputa.
—¿Se tatuará algo del Leganés en alguno de los pocos espacios de piel que le queden libres?
—Sí, si puedo sí. No creo que me tatúe el escudo, que la novia me mata, pero una fecha… algo. Los tatuajes que tengo son experiencias de vida. Si me salgo con el Leganés, me tatuaré algo igual que prometí tatuarme algo con la Supercopa… aunque aún no lo haya hecho. Pero lo haré, queda dicho.