El Girona vuelve a asaltar La Romareda
Victoria de oficio del equipo de Machín, favorecida por una nueva ‘cantada’ de Irureta. Nuevo paso atrás del Zaragoza.
Decididamente La Romareda es un segundo Montilivi para el Girona. Esta vez no fue el contundente 0-3 de las dos visitas anteriores, pero el equipo de Pablo Machín, gracias a una valiente segunda parte y a otra cantada de Irureta, volvió a ganar en el coliseo zaragocista y prolonga su racha victoriosa. Para el Zaragoza, la derrota es un nuevo paso atrás que le impide recuperar un puesto en el playoff y un peligroso borrón en su ejecutoria como local. La semana va a ser dura.
El Zaragoza tuvo un cuarto de hora largo notabilísimo, con un fútbol preciso y veloz, y con ocasiones claras de Xiscu y de Ángel, que percutió por todo el frente del ataque y mandó un centro al mismo techo de la cruceta derecha de René. Pero, aunque el equipo aragonés no perdió nunca la iniciativa, su brío se fue moderando con el paso de los minutos. El Girona no comprometió nunca a Irureta en toda la primera parte, pero es un conjunto al que le sobran temple y oficio y se dedicó a dormir el partido a la espera de alguna circunstancia favorable.
El paso por el descanso, se supone que con lectura de cartilla de Machín, cambió por completo al Girona, que sorprendió de salida al Zaragoza con su decisión y su paso adelante. La iniciativa y el control cambiaron de bando y Sandaza, desaparecido en todo el primer periodo, dispuso de una gran oportunidad tras un resbalón de Cabrera.
Agné movió enseguida el banquillo dando entrada primero a Xumetra y después a Dongou, y el Zaragoza pasó a jugar con dos delanteros en la última media hora. Pero el que marcó fue el Girona. Y por mediación del resurgido Sandaza, que, en el minuto 69, se adelantó con su cabezazo a Cabrera, tras una falta ensayada que sacó Pere Pons, prolongó Alcalá y se tragó Irureta, cuya serie de errores graves no deja de crecer, pese al apoyo de Agné. Inmediatamente antes de la ejecución del 0-1, José Enrique se marchó lesionado, con lo que el destrozo fue doble.
Todo pudo volver al inicio dos minutos después, en un claro derribo de Ramalho a Ángel dentro del área que no vio Areces Franco, pero el partido se le acabó de poner de cara al Girona con la expulsión de Cani por una segunda tarjeta (73’).
El Zaragoza ya tuvo que jugar a la desesperada y eso resultó pan comido para el Girona, que por tercer año consecutivo volvió a asaltar La Romareda y afianza su candidatura al ascenso directo.
Alcaraz logró el 0-2 en el último minuto de un largo descuento cuando el abonado zaragocista, otra vez golpeado, ya había empezado a abandonar masivamente su localidad. El nuevo año trae más de lo mismo.
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