El Espanyol deja atrás el derbi como una piedra en el camino
En el vestuario perico deciden pasar página cuanto antes para no detener el proceso ascendente. Incluso hacen cábalas ya sobre cómo quedará la tabla si derrotan al Deportivo.
Nunca es fácil el día después de un derbi con derrota y menos en Barcelona. El Espanyol, aquejado por las bajas capitales de Víctor Sánchez, Leo Baptistao y Hernán Pérez —además de la lesión de Diego López en pleno partido— se rindió a la evidencia de que Andrés Iniesta y Leo Messi son capaces de desarbolar cualquier entramado. Es por ello que la escuadra perica decidió este lunes, en media hora de reunión antes del entrenamiento, pasar página lo antes posible para que este 4-1 no detenga la evolución de un proceso que parecía imparable.
De todos modos, en el vestuario tienen claro que el Espanyol estuvo vivo hasta bien entrada la segunda mitad, cuando el encontronazo con Luis Suárez llevó a la sustitución de Diego López. Y se llevan varias lecturas positivas: hasta el momento en que se rompió el partido, el equipo estuvo sólido atrás, sin rifar el balón (y cuando lo hizo, casi en la frontal del Barcelona, acabó recibiendo el primer gol) y alternando juego combinativo (sobre todo en el primer tramo) con otro más directo (en la reanudación). En el ‘debe’ sí admiten los jugadores cierta falta de profundidad.
Pero el derbi, con toda su dignidad hasta el vendaval culé, está casi olvidado. En cuestión de horas. Prueba de ello es que, como ayer explicaba una voz autorizada de la plantilla este lunes en Sant Adrià, el vestuario ya mira el calendario para calcular a qué posición escalará el Espanyol si derrota al Deportivo... el 6 de enero.
Mateu: dos tarjetas en 12' al segundo equipo menos amonestado
Llegaba al Espanyol al derbi con una defensa casi limpias de tarjetas: David López, Diego Reyes y Aarón Martín no habían visto ninguna, pese a jugar en la zona del campo más comprometida. Pero, sin casi tiempo para reaccionar, vieron cómo Antonio Miguel Mateu Lahoz ya había amonestado a dos jugadores pericos cuando sólo se llevaban disputados 12 minutos: el propio Aarón y Pablo Piatti. Una actuación que culminó en la segunda mitad, concretamente en el minuto 62, cuando mostró otra amarilla a Felipe Caicedo. Todas ellas, según el acta arbitral, por “zancadillear a un adversario”. Ninguna tarjeta, por cierto, para el Barcelona.
A todo esto hay que añadir que, una vez acabado el derbi, el vicepresidente del Barça, Jordi Mestre, realizó unas curiosas declaraciones en las que respaldó la labor de Mateu en las dos primeras amarillas: “Si no hubiera mostrado tarjetas, posiblemente hubiera sido otra cosa, por visto lo que hemos visto en otros derbis, en los que el Espanyol ha tenido intensidad exagerada. Posiblemente, las dos tarjetas han evitado que se calentara el partido”. Se da la circunstancia de que el Espanyol es, después del Villarreal, el equipo menos amonestado de toda la Primera División. Nada que ver con la imagen que quiso proyectar Mestre.
