Víctor insiste en el 5-3-2, ‘el sistema de la eficacia’
Con 11 jugadores sobre el campo, el equipo verdiblanco no ha encajado un tanto en los últimos 180 minutos jugados en el Villamarín.
El del Depor era un partido a priori propicio para probaturas, como demostró Víctor Sánchez del Amo cambiando a ocho jugadores, pero el madrileño sí que decidió apostar otra vez por el 5-3-2 que tan buenas sensaciones dejó ante Las Palmas y al que la tempranera expulsión de Piccini no permitió seguir evaluando en Eibar con fiablidad.
Un dibujo conservador que se está mostrando eficaz tanto arriba como sobre todo atrás. Con 11 jugadores sobre el campo el equipo verdiblanco no ha encajado un tanto en los últimos 180 minutos jugados en el Villamarín y apenas, es verdad, si estaba recibiendo peligro en Ipuría hasta que quedó en inferioridad. El sistema tapa las carencias defensivas que muestran el propio Piccini y también Durmisi. Dos laterales que sí que crean peligro en el área rival. El danés dio una gran asistencia el martes y el italiano lleva ya tres pases de gol. Víctor aprovechó para probar a Donk atrás y en el pivote durante un mismo partido, lo que le da alternativas estratégicas.
El único problema que ha mostrado el 5-3-2 (y que tampoco parecen resolver los cuatro defensas, al menos no con Poyet) es la falta de creación de juego. Salvo Ceballos, el Betis no dispone de un futbolista con capacidad para la fluidez en el mediocampo y eso se nota. Pero al menos en las dos victorias caseras lo ha resuelto con una tremenda eficacia. Ante Las Palmas, dos goles con tres remates entre los tres palos y contra el Depor, máximo acierto: el cabezazo a gol de Sanabria fue el único disparo (legal) que el Betis hizo en todo el partido.
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