Villarreal y Alavés se enfrentan estresados. Uno por sus pecados en Europa, donde está emborronando su gran marcha liguera. Y el otro por una mala imagen en Vitoria que echa abajo sus buenas actuaciones fuera. Ganar en la matinal es por tanto una cuestión terapéutica. Escribá necesita que su afición vuelva a emocionarse con un Submarino irregular, mientras que a Pellegrino le conviene repetir actuaciones como las del Calderón (1-1), el Camp Nou (1-2) y Pamplona (0-1) para no alimentar las críticas que han aparecido tras caer ante el Espanyol.
El Villarreal mostrará un once con cinco cambios respecto al jueves. El cansancio aprieta. Las bandas serán las parcelas más oxigenadas, con Mario y Castillejo en la derecha y Jaume Costa y Soriano en la izquierda. Pero el regreso más esperado después de las mil ocasiones falladas en Zúrich es el de Sansone. El internacional italiano no marca desde hace un mes y con Soldado fuera, Borré de bajón, Pato intermitente y Bakambu desafinado, tiene una buena oportunidad para afianzarse como un pistolero indiscutible. Enfrente, Pantic, un ex del Villarreal que no cuajó en El Madrigal, se examinará con la misión de frenarle. Alexis está sancionado. Pellegrino se aferra al hambre de Theo, al arte de Llorente y al olfato de Deyverson. El ariete ya goleó y ganó al Villarreal a los mandos del Levante en la temporada pasada.
