Rubén Castro y su peor hora: 10 partidos sin marcar

Si no anota hoy, será su récord negativo como verdiblanco. El canario suma dos suplencias esta campaña y ha sido uno de los cambios en varios partidos.

Actualizado a 25 de noviembre de 2016 10:02 CET

MIGUEL MORENATTIDIARIO AS

Nueve partidos sin marcar lleva Rubén Castro, que ha igualado su mayor sequía verdiblanca en cuanto a duelos pero no en minutos debido a que esta vez, Poyet mediante, suma dos suplencias y varios partidos en los que se convirtió en uno de los sacrificados. Con todo, la cifra con la pólvora mojada podría ser mágica, de 10 encuentros, si el canario no ve puerta hoy en Ipurua. Nunca ha pasado tantas jornadas sin anotar al menos un tanto el incansable killer verdiblanco, que hace mucho tiempo que es el máximo anotador de la historia bética con 138 dianas en todas las competiciones , 126 entre Primera y Segunda División.

Ocho jornadas sin gol arriba

Si preocupante es la racha de Rubén, más lo es la que vive Sanabria. El fichaje en el que más se ha invertido este año y uno de los caros de la historia del Betis (7,5 millones de euros por la mitad del pase) no ha marcado todavía un gol oficial verdiblanco. Cierto es que ha sido pocas veces titular (cinco partidos), que ha faltado en seis jornadas por lesión y que suma 432 minutos, pero se teme que al delantero paraguayo comience a pasarle factura su precio y la necesidad que tiene el equipo de él. Hace ya ocho jornadas, desde que Álex Alegría firmase un doblete ante el Granada, que los tres (o los cuatro, contando a Zozulya) delanteros de la plantilla verdiblanca no consiguen marcar.

No es su mejor momento de cara a portería, que coincide además con un mal momento personal. Esta semana tuvo que recoger la notificación de juicio oral por supuestos maltratos y agresiones a su expareja, además de que se le pida una fianza de 200.000 euros que si no abona, le será embargada. Demasiado para la mente de un futbolista que hace mucho tiempo instaló su tranquilidad en Sevilla, con dos niños pequeños y con la renovación como verdiblanco hasta 2018, ampliable a una temporada más. Con 35 cumplidos en junio, Rubén sólo necesita de momento volver a tomar aire en lo que más le gusta, perforar la meta contraria, y esta noche en Eibar tiene la posibilidad de que su mala racha no se torne en casi crónica. El equipo, que le necesita, lo sabe, y contribuirá para que vuelva a golear.