Barral y su pelea con Cuenca: "Se le dio demasiado bombo"
El delantero ha hablado tras ser apartado del equipo al dar un puñetazo a Cuenca: "Fue un incidente en la comida y no pasó a mayores".
David Barral ha hablado tras el incidente que tuvo con Cuenca y por el que ha sido suspendido de empleo del equipo nazarí: "Fue un incidente en la comida y no pasó a mayores. Somos compañeros, hemos hablado y no hay por qué llevarse mal. Son momentos incómodos para el club y para mí. Es mi mejor amigo dentro de la plantilla y se le ha dado demasiado bombo".
El Granada anunció este miércoles en un comunicado que “abre un expediente disciplinario a David Barral tras protagonizar un incidente en la Ciudad Deportiva del club el pasado 21 de noviembre”. En la comunicación oficial, el club añade que “ante la gravedad de los hechos, el Granada Club de Fútbol ha decidido suspenderle de empleo”.
Barral pasó su primer día apartado del equipo entrenándose en el gimnasio de un centro comercial mientras que Cuenca se ejercitó con normalidad como si nada pasara. “Ahí voy camino del gimnasio a echar la mañanita y a hacer un poco de ejercicio”, fue el mensaje del delantero gaditano en su primer día de destierro fuera de la Ciudad Deportiva. Barral acudió al centro comercial Serrallo Plaza, al gimnasio Virgin, donde realizó varios ejercicios y unos kilómetros de carrera continua sobre la cinta. Ahí mismo, en plena actividad física, jadeante y sudoroso, levantó los pulgares y se tocó el pecho con la mano derecha, señal de complicidad a sus miles de seguidores en varias redes sociales, y terminó diciendo un cariñoso “venga, cuidaros”.
A una decena de kilómetros, al otro lado de Granada, Cuenca a la misma hora se ejercitaba en la Ciudad Deportiva como si nada pasara. Normalidad absoluta en su vuelta al trabajo. El club de momento no ha dicho esta boca es mía. Ha condenado a Barral y exculpado a Cuenca pero nada se sabe de la duración del castigo ni de la trascendencia del mismo. Barral asegura a sus allegados que no golpeó a Cuenca y que ese tipo de discusiones suceden en cualquier vestuario. En realidad, se siente cabeza de turco y teme que sus horas en el Granada estén contadas, tal y como sucedió el pasado verano con Tin Angulo o el año pasado con Thievy. Se espera que el club se pronuncie sobre este asunto tras el encuentro en Balaídos, primera preocupación en este momento.