NUMANCIA 2 - REAL VALLADOLID 1
Manu del Moral le salva la cabeza a Arrasate en el 90
El exblanquivioleta marcó en el último minuto un gol que da oxígeno a los locales y que deja tocados a los pucelanos, otra vez.
Jagoba Arrasate, entrenador del Numancia, ya notaba la soga en su cuello apretarse, la grada cantaba por su dimisión, pero entonces apareció Manu del Moral. En una jugada sin aparente peligro, pero que se envenenó, ni Alex Pérez, ni, sobre todo, Guitián fueron capaces de despejar el balón y ante Becerra, el jienense le batió con contundencia. El técnico vasco respiró aliviado. Rompía así, el equipo soriano una racha de siete partidos sin ganar y sale de la zona de descenso, al menos momentáneamente.
Y todo ello después de un partido raro, raro, raro. El Real Valladolid decidió que sólo iba a jugar 45 minutos. Los segundos. Ni el cambio de biorritmos, entrenándose a la hora del partido, ni la vuelta de Leao, ni la necesidad de ganar para volver a la zona noble mejoraron la imagen que los de Herrera dejaron en Elche. De hecho, la primera parte fue peor todavía. Simplemente el Real Valladolid no compareció, pareció un guiñapo, un juguete en manos de los jugadores rojillos que con una presión asfixiante obligaron a los pucelanos a despejar sin ningún sentido. No sólo eso. Herrera insistió durante la semana en no conceder faltas o saques de córner, pero no hubo manera. En los 10 primeros minutos, los pucelanos concedieron tres faltas al borde del área y dos corners. No eran capaces los pucelanos de igualar la intensidad local que dominaba, pero no tenía ocasiones hasta que en el minuto 11 Pablo Valcarce se descolgó desde la banda derecha hacia el centro y golpeó desde fuera del área batiendo a Becerra. Golpe al mentón vallisoletano que no tuvo el balón nunca en esta primera parte y se dedicó a correr detrás del balón, muy incómodo. Como será que la única ocasión de peligro la creó Callens que despejó contra su propia portería y mandó el balón por encima del larguero de Aitor.
Como el resultado de la primera parte vallisoletana era nada, no era difícil mejorar en la segunda. El batallador y negado Ibán Salvador dejó su puesto a Angel, y enseguida Guitián entró por Rafa, lesionado. El partido tuvo otro color. Ya no era un entrenamiento para el Numancia, el Real Valladolid decidió salir a jugar, a tener el balón, a buscar la portería de Aitor. Sin embargo, le costaba. Y Herrera metió en el campo a Raúl de Tomás en sustitución de Jordán. Por fin el Valladolid tenía una referencia arriba que tardó dos minutos en marcar. Balbi llegó casi hasta la línea de fondo por la banda izquierda y su centro atrás lo recibió el madrileño que en vez de disparar de primeras, regateo al lateral y fusiló al portero local. Parecía que el viento había cambiado. El Valladolid empezó a dominar y Mata tuvo el partido en sus botas, pero esta temporada no es la suya. Míchel entró fenomenal por la banda izquierda y puso el balón sobre la entrada del delantero que la pegó con la derecha, el balón se coló por debajo de las piernas del portero, que lo tocó un mínimo y el balón se estrelló en el larguero. Todavía el 9 pucelano tuvo otra ocasión en la que regateó y se acomodó, pero su disparo se fue fuera. El Numancia parecía desaparecido, pero no Manu del Moral que se aprovechó de una peinada de Leao hacia atrás y la indecisión de los dos centrales para salvarle la cabeza a Arrasate.