El plan B del Barça 17-18: Unzué técnico y Luis Enrique, mánager
El asturiano aplaza a primavera la oferta de renovación. Sus ayudantes le piden seguir, pero el despacho es una opción. Robert continuaría como secretario técnico. Getafe-Barcelona: LaLiga 2017-18
El diario La Vanguardia publicó el pasado miércoles que la directiva del Barcelona intenta convencer a Luis Enrique para que continúe un año más al menos como técnico azulgrana. La respuesta que obtuvo del asturiano fue similar a la que obtuvo hace dos años: esperará hasta primavera. Según ha podido saber AS, el Barça se plantea un plan B por si Luis Enrique decidiera no continuar en el banquillo y se llama Juan Carlos Unzué. Alabado durante muchos años por su actual jefe, que ha hablado del navarro como un futuro gran primer entrenador, el Barça maneja un plan alternativo en el que ofrecería a Luis Enrique continuar como mánager general y a Unzué ser el técnico. Una transición continuista y, en cierto modo, parecida al traspaso de poderes que se produjo entre Guardiola y Tito Vilanova aunque, en este caso, el hoy entrenador del City no fue manager y el contexto del cambio fue mucho más abrupto y una profunda grieta sentimental en Can Barça.
El séquito de Luis Enrique, preparadores físicos, fisioterapeutas, ayudantes de scouting, le pide que estire un año más su contrato. Que su discurso es ganador y que tiene credibilidad en el vestuario. Sin embargo, el técnico no lo tiene claro. Pesa el desgaste. Queda por ver si a Luis Enrique le llenaría el ojo el despacho que, por otro lado, no afectaría a Robert. El secretario técnico permanecería en su cargo, aunque por debajo de Luis Enrique en el organigrama. Unzué, que en el Barça ha sido casi de todo (portero, entrenador de porteros y ahora segundo), sólo ha tenido una experiencia como primer técnico. Fue en el Numancia, en Segunda, y acabó décimo en la temporada 2010-11. En junio de 2012 firmó por el Racing, pero no llegó a comenzar la temporada en pleno conflicto institucional del club cántabro. De Unzué se conoce su buen trato con el grupo. Ser segundo, sin embargo, no es ser el jefe de la tribu.