El cierre de 2016 medirá la estabilidad del Depor

El Depor afronta el último parón liguero de este año con las sensaciones agridulces de los dos últimos encuentros en los que mereció más, pero también con el objetivo de recuperar las mayores energías para afrontar el sprint final de 2016. Porque las va a necesitar. De las cinco jornadas que quedan hasta Navidad, cuatro de ellas serán ante equipos de la parte alta de la tabla.

Para empezar, un reto de Champions. Con el regreso de la Liga tras los partidos internacionales llega a Riazor el Sevilla de Sampaoli, que tras un inicio titubeante ha enderezado el rumbo, tal y como demuestran los problemas en los que puso al Barça pese a la derrota final. La siguiente salida será una nueva visita a Andalucía, esta vez en La Rosaleda para medirse a un Málaga que va de menos a más. Para estrenar diciembre el Depor recibirá a la Real Sociedad, otro rival que ahora ocupa puestos europeos, mientras que la guinda será la visita al Bernabéu el sábado 10 (20:45 horas). La esperanza para los blanquiazules es que será el último partido del Madrid antes del Mundialito, con lo que podría pillar a los de Zidane despistados

La última cita liguera de 2016 depara un rival directo. Osasuna, ahora mismo con tres puntos menos que el Deportivo, llegará a Riazor en un duelo cuyo dramatismo irá aumentando a medida que se acerque el momento.

Despide el año con la vuelta de Copa

En la subida de este nuevo Tourmalet, el calendario le ha preparado un otro pequeño obstáculo al Depor: el inicio de la Copa del Rey. El conjunto que dirige Garitano debutará en esta competición el próximo martes 29 de noviembre en el campo del Betis. Este año, la vuelta de esta ronda no se disputará entre el 20 y el 22 de diciembre, lo que significa que el choque ante el conjunto sevillano en Riazor supondrá el último encuentro de 2016 para los coruñeses.

Las últimas participaciones en la competición del KO no han sido positivas para el Depor. Hace dos campañas cayó eliminado a las primeras de cambio ante el Málaga, mientras que el curso pasado dejó fuera con problemas al Llagostera y sufrió una dura eliminación ante el Mirandés, en lo que fue el punto de partida de la pésima segunda vuelta.