Ángel María Villar, ante el juez: “Esto es una persecución”

Villar declaró ayer durante 90 minutos como investigado en el juzgado de instrucción de Majadahonda. Tras las declaraciones en septiembre de los testigos Cardenal, Tebas y Jorge Pérez, compareció ante el juez Marcos Ramón Porcar para explicar el retraso electoral en la Federación por el que el precandidato Galán se querelló contra él por prevaricación administrativa. Villar llegó al juzgado en coche oficial y con muletas (acaba de ser operado de la rodilla) y entró por una puerta trasera para evitar ser fotografiado, algo que no logró. En su declaración de seis folios, a la que ha tenido acceso AS, se negó a contestar a las preguntas de los abogados del querellante, Carlos González e Ismael Franco. Empezó esquivo pero el juez, que le concedió dos aplazamientos no sin antes recriminar su actitud a su abogado (Ignacio Peláez), se puso serio y a partir de ahí colaboró más.

En primer lugar, Villar se autoexculpó: “No tengo interés en que se retrasen las elecciones (…). Mi intención es convocarlas desde el primer momento”. Después pasó al ataque: “Es la administración quien intencionadamente las ha retrasado (…). Le interesa al CSD para después presentar acciones para la apertura de expediente sancionador (…). Es una persecución”. Villar volvió a una estrategia pasada en sus justificaciones para responder a la pregunta del juez de que por qué, contando con cuatro personas en sus servicios jurídicos, es tan difícil redactar un reglamento: “Se tiene que ajustar a la normativa de la FIFA, ya que nos pueden expulsar o abrir expediente. La Orden Ministerial choca con la FIFA”. Reconoció que no ha enviado un nuevo reglamento al CSD tras la última Asamblea y finalizó atizando a Galán, con el que hasta se cruzó en los pasillos: “Utiliza el derecho penal para darse a conocer y desprestigiarme”.

Cardenal contraprogramó con documentación

Mientras Villar declaraba, Cardenal explicó a los medios, con una documentada exposición, los motivos por los que se ha llegado a este punto: “La FEF tiene una voluntad pertinaz de no cumplir la ley. No nos van a condicionar las amenazas. Es la primera vez que se ha rechazado un reglamento”. También mandó un recado a Rubiales: “Hay mentiras de algunos portavoces de la FEF que causan desazón”. Y abrió una puerta al entendimiento: “Si presentan ya un reglamento acorde, en 48 horas se aprobará. Pueden pedir una excepción, como otras federaciones, y se estudiaría. Se aplicará la ley hasta el final. Si no, el Estado tiene mecanismos para solucionarlo. Por ejemplo, por la vía penal”.