Óliver: “En el Oporto soy feliz; uno es feliz según lo que juega”
Óliver ha hecho las maletas para volver al Oporto. Atrás quedan años en el Atleti en los que no terminó de cuajar. Donde es clave es en La Rojita.
España-Estonia sub21 en directo
¿Cómo afrontan el encuentro ante Estonia de la Sub-21?
Es un paartido decisivo, ante un equipo competitivo, y todos somos conscientes de lo que nos jugamos. Es un todo o nada. Sabemos que el Suecia-Croacia puede acabar en empate, pero vamos con la mentalidad de ganar y asegurar como mínimo el playoff.
¿Sería un premio para esta generación?
Somos un buen grupo. Aparte de buenos futbolistas hay buenas personas y nos merecemos jugar una Eurocopa y por disfrutar de ello. Algunos estuvimos en la eliminación ante Serbia del anterior ciclo. Fue muy duro aquello, porque también nos impedía ir a los JJ OO. Así que desde el principio nos concienciamos de que este era nuestro año, pese a tener grandes rivales en el grupo como Croacia y Suecia. Hay que sacar a relucir todo nuestro potencial.
La Absoluta está tirando mucho de jugadores que fueron Sub-21, ¿lo ven como un trampolín?
Somos conscientes de ello. De esta convocatoria, Denis, Asensio, Deulofeu y alguno más han estado ya con la Absoluta. Eso es porque se miran las generaciones que vienen y porque quieren darle continuidad al fútbol base. Para nosotros es un aliciente más, porque sabemos que en cualquier momento, si estás a tu mejor nivel, puedes tener la sorpresa de la llamada de la Absoluta.
¿Casa la Selección con su estilo de juego?
Desde que me trajeron por primera vez a la Sub-18 y con la continuidad que he tenido estos años siempre ha sido para mí una alegría jugar con la Selección. Ver de tanto en cuanto a estos compañeros te genera una felicidad diferente a la del día a día en tu club.
¿Le hizo ilusión que nombraran seleccionador a Lopetegui, su principal valedor?
Me alegré muchísimo por él. Fue el primero en traerme a las categorías inferiores de la Selección y luego estuve un año entero con él en Oporto. Sabía que por el tipo de entrenador que es y por el carácter que tiene iba a tener un reto grande por delante. No hay mejor reto que la Selección. Le deseo lo mejor y estoy seguro de que todo le va a ir bien. Estuvo en la casa, conoce la federación, sabe cómo es el grupo y tiene claro cuál es el estilo y la filosofía de La Roja. Eso va a ser un punto a su favor.
¿En qué momento de su carrera se encuentra ahora mismo, Óliver?
Ahora mismo en un estado de felicidad. En la élite se viven momentos buenos, otros no tanto, pero me siento un privilegiado en todos los sentidos. Jugar al máximo nivel con el Oporto y también en la Selección Sub-21 es como para estar orgulloso y contento. El futbolista va mudando su estado de ánimo en consecuencia de lo que juega en su equipo.
Tiene 21 años. ¿Necesitaba jugar?
Yo empecé con fuerza en el Atlético y fue tal la dimensión que se me dio que fue difícil para mí. En el Villarreal tuve una etapa corta y luego en el Oporto crecí muchísimo como jugador y persona. Aquello me ayudó a madurar. A mi vuelta al Atlético estaba bien, pero luego me diluí y empecé a jugar poquito. Fue un momento duro de mi carrera. El verano ha sido largo y difícil, pero la familia y los amigos siempre que estaba triste me hacían subir. Ahora en Oporto tengo la ambición de seguir creciendo y mejorando, de seguir disfrutando de poder competir al máximo. Estoy muy feliz.
¿Tenía claro que iría al Oporto?
Me dio pena dejar el Atlético porque desde pequeño he tenido ese sentimiento colchonero. Pero sabía que al sitio al que iba me iban a querer mucho, como así es. Yo también he querido al Oporto desde la primera vez que fui allí. Desde el principio hablé con mi agente y le dije que quería volver. Trabajamos todo el verano para que la opción saliera. Por suerte los portistas me quieren y me hacen llegar su cariño a través de las redes. Eso a mí me llena de satisfacción.
Pero ya no está Lopetegui, está Nuno.
Mis ganas y mi ambición son las mismas. Ahora conozco el club y sé a lo que me enfrento. Hay jugadores de grandísimo nivel. Es cierto que antes tenía un técnico que me conocía mucho como Julen, pero ahora con Nuno trabajamos bien y me ha acogido de buena forma. Me toca entrenar cada día para que vea que puede contar conmigo.
¿No son demasiados tres años para el Oporto sin títulos?
Es cierto. El año que yo estuve me fui con pena porque no conseguimos nada con el equipo que teníamos. Esta vez tengo las ganas y la ambición de lograr un título. Puede ser algo maravilloso. El Oporto es primerísimo nivel, un club muy competitivo, que siempre está en Europa y a nivel de estructura es muy grande. Ahora mismo estoy en el mejor club que puedo estar.
¿Qué tal le recibió Iker Casillas?
Nunca había tratado con él, sólo le conocía de ser el capitán de la Selección y toda una leyenda. Al principio yo estaba un poco tímido, pero rapidamente me acogió bien. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia él. No me lo imaginaba tan bueno y alegre. Estoy contento porque personas como él te ayuden y te den consejos. Los demás estamos para eso.
Ha empezado de titular, además.
Sí. Llegué y enseguida me pusieron a jugar. Luego me vine rápido a la Selección, aunque ahora con más continuidad voy cogiendo la idea del nuevo técnico.
¿Qué tipo de futbolista es usted ahora?
Soy diferente al que irrumpió. Cuando llegas de abajo juegas distinto y según te vas adaptando te haces al estilo de juego y al equipo en el que militas. Siendo joven aprendes cosas y cometes errores. Fallamos en pequeños detalles que con el tiempo vamos aprendiendo. Durante toda esta etapa he ido creciendo y ahora debo seguir haciéndolo. Seguiré fallando y cometiendo errores, lo que creo que me va a hacer mejorar.
¿Físicamente ha hecho un plan específico?
Intento trabajar un poco más de lo habitual por mi constitución y porque quiero tener potente el tren inferior. Los preparadores que he tenido en los distintos equipos han sido lo suficientemente buenos para prepararnos a todos para una competencia alta.
¿Necesita un equipo que se adapte a usted?
No sólo yo, todos los jugadores se sienten cómodos en un determinado estilo de juego. Para mí es muy importante un sistema en el que la presencia del balón esté en el juego porque mi potencial sale a relucir cuando tengo el balón y le doy tempo al partido. Es ahí cuando me siento más cómodo, cuando disfruto y cuando me salen más cosas. Pero no sólo yo, sino todos. Eso no significa que no te adaptes a cualquier sistema de juego. Es independiente. El jugador se debe adaptar al sistema en el que esté.
¿Cómo ve al Atlético de esta temporada?
Muy fuerte. Es un grupo competitivo que estaba claro que iba a dar guerra a Barça y Madrid. Este año tiene una de las mejores plantillas de su historia, si no la mejor. Va a ser una Liga interesante. Conservo buenos amigos allí. Suelo ser buen compañero y tener relación con aquellos con los que juego. Me gusta que cuando dejo un sitio me recuerden por ello. Por eso hablo con muchos compañeros, con Fernando, con Tiago… Eso para mí es importante.
¿Y qué les dice?
Que le vaya bien siempre al Atlético. Allí he vivido desde pequeño momentos buenos, otros no tanto, pero yo tengo el sentimiento atlético y quiero que siempre le vaya bien.