Araujo desmiente a la Guardia Civil y dice que él no conducía
El delantero de la Unión Deportiva Las Palmas ha desmentido a los máximos responsables del club la versión dada por la Guardia Civil sobre el incidente.
El jugador argentino comentó que él no pilotaba el vehículo y que estaban parados cuando los agentes les pidieron que movieran el coche porque su amigo, que era el que conducía, según él, estaba vomitando al sentirse indispuesto y que al indicarle los policías que moviera el BMW obedeció, pero que no estaba a los mandos del vehículo. Su defensa alegará defectos de forma en la denuncia para que su cliente quede libre de cargos.
Su compañero y capitán Aythami Artiles defendió a su compañero Araujo puesto que en la plantilla “sabemos que no es una noticia agradable para nadie, pero Sergio tiene su versión y en el juicio se verá todo. Le creemos y estamos con él ;tiene el apoyo de todos nosotros. Lo que no hay que hacer es machacarle porque lo que pasó solo lo saben los que estaban allí”, denunció.
El central grancanario tiene claro que “aún teniendo él la razón este tipo de noticias nos ponen en duda a todos. No es bueno para la imagen del grupo y lo que pedimos es paciencia porque las cosas no son como uno se imagina. Sergio es un buen chico y nos da una explicación que creemos. No le va pasar nada y seguirá como hasta ahora, trabajando, peleando y marcando goles”.
La sesión preparatoria de ayer tuvo como testigo al presidente Ramírez, que “siempre está encima y para nosotros es importante. Este presidente es atípico porque es amigo de los jugadores y para notros es uno mas. Estuvimos hablando un poco de las impresiones del partido ante el Real Madrid”, desveló.
El propio Miguel Ángel Ramírez, presidente amarillo, también le cree respecto a la supuesta afirmación del jugador argentino a los agentes al decirles que no le preocupaba que le sancionaran porque “esto me lo arreglará el presidente”, afirmando Ramírez que “no me creo que lo dijera y el propio Sergio me lo niega”, sentenció.
Relato de los hechos
Todo sucedido se remonta a la madrugada de este pasado lunes donde el jugador se encontraba, sobre las 8:00 horas, parado a los mandos de un BMW en el kilómetro 19 de la carretera GC-1 en dirección a Las Palmas en un carril de incorporación. Fue entonces cuando una patrulla del subsector de Tráfico de la Comandancia de la Guardia Civil de Gran Canaria le observó mal estacionando, indicándole que no podía parar en esa zona. Al percibir que podía encontrarse bajo los efectos del alcohol le solicitaron que se sometiera a una prueba de alcoholemia.
El deportista sudamericano realizó la prueba en el etilómetro de muestreo, dando 0.76 miligramos por litro de sangre, el triple de lo permitido. Según desveló el Canarias7, los agentes le instaron a que realizara el mismo test en el etilómetro evidencial, el que sí tiene validez jurídica pero, según los testigos, efectuó al menos una llamada de teléfono y, posteriormente, se negó a volver a soplar al poder ser informado de que con el resultado de esta segunda prueba podría tener consecuencias penales. Aunque no se prestó a ello, los agentes remitieron al juzgado la primera de las pruebas, la de muestreo.
Según el periódico La Provincia / Diario de Las Palmas, Araujo mostró una actitud desafiante y agresiva, llegando a ser advertido que si no deponía su actitud podía ser esposado y conducido a los calabozos. En un momento dado el atacante dijo en voz alta que su presidente, Miguel Ángel Ramírez, "arreglaría la situación". Finalmente se pudo marchar a su domicilio mientras su coche era conducía una persona de su confianza.