Todavía es la quinta jornada del campeonato, pero las urgencias empiezan a surgir de forma imprevista. El Celta necesita vencer imperiosamente, ya sea jugando bien, mal o regular. Berizzo mantiene su discurso sobre la filosofía del equipo, pero lo cierto es que ha llegado ese momento en el que no hay más argumentos que el triunfo. El equipo necesita sumar tres puntos para apagar las alarmas y el Toto debe autoconvencerse desde la estadística. La imagen, que en Pamplona mejoró bastante, ya no es alimento suficiente.
El Sporting, por su parte, llega a Vigo repleto de moratones tras la goleada recibida en Madrid ante el Atlético. El golpe, por esperado, no deja de ser doloroso. Abelardo no ocultó su enfado por el bochorno padecido a orillas del Manzanares y ya ha anunciado consecuencias. El técnico se mostró muy disgustado por el rendimiento de algunos jugadores, por lo que en Balaídos se producirán varios cambios. Las novedades pueden incluso afectar al sistema de juego, aunque todo hace indicar que El Pitu únicamente realizará una revolución nominal.
Sin gol. En cuanto a lo puramente futbolístico, el Celta está a tan sólo 17 minutos de hacer historia y batir un registro negativo. Si los de Berizzo son incapaces de anotar antes del minuto 18, se convertirán en el equipo celeste con peor inicio goleador como local. El tiempo ya ha comenzado a correr para los vigueses. El gol se ha convertido en una obsesión. Por otro lado, los rojiblancos todavía no han conseguido perforar la portería contraria en ninguno de sus dos desplazamientos. El gol ya es obligatorio.