Neymar indignó a Butarque y el Lega pasa de sus provocaciones
El vestuario pepinero asume que es la forma de ser del brasileño mientras que el público se mostró muy molestó con sus filigranas.
Butarque tiene un nuevo enemigo. Se llama Neymar. El brasileño retornó el sábado a la Ciudad Condal con los bolsillos llenos del malestar de una afición que no entendió sus regates excesivos y filigranas gratuitas cuando la humillación blaugrana ya se había consumado.
En el vestuario del Leganés tampoco gustó que el 11 tratara de vacilarles, pero lo asumieron con resignación, sabedores de que Neymar es así. Imposible cambiarle. “Tiene su forma de ser. Todo el mundo lo sabe. No me gusta entrar en eso. Tiene su forma de jugar y punto”, zanjó serio, mordiéndose la lengua, Víctor Díaz, el encargado de marcarle.
Su opinión es la de la gran mayoría de sus compañeros. Tanto es así que, tras el choque, en la intimidad del cambiador se habló más otros asuntos que del juego barroco del brasileño. “Yo le he visto hacer eso con resultado a favor y en contra. Cuando estás en el otro lado, lo sufres. Pero los que tengan capacidad para hacer esas cosas son siempre bienvenidos”, resolvió Garitano en sala de prensa para enfriar tensiones.
Ayer, en el entrenamiento dominical, el tema se sacó en los corrillos de los futbolitas, pero más a modo de anécdota que con el despecho de quien se siente herido en su orgullo.