Chen da el primer paso para jugar la Champions League
Es el objetivo en tres años. El presidente saneó la deuda. Las claves: confió en Quique y apostó por la madurez de la plantilla del Espanyol.
Cuando el empresario chino Chen Yansheng compró el Espanyol se propuso llegar a la Champions en tres años. Un desafío para la Liga y para el club perico, acostumbrado en los últimos cursos —desde la inauguración del nuevo estadio en 2009— a convivir con la penuria económica. “El Espanyol es ahora el club más saneado del mundo”, presume el profesor de Economía José María Gay de Liébana, perico confeso. Su presidente, que se comunica con el consejero delegado por vídeoconferencia y a través de una aplicación de whatsaap china que traduce de inmediato del español al idioma asiático, ya posee el 99,35% del club y ha invertido unos 200 millones de euros desde enero: ha liquidado la deuda con Hacienda y el crédito sindicado. Y también le ha dado tiempo a cambiar de arriba abajo la plantilla.
Hasta 31 operaciones ha tenido que hacer la dirección deportiva, capitaneada por Ángel Gómez. “Queremos jugadores con experiencia, jerarquía y ADN perico”, dijo en su presentación, y por ahí han ido los tiros. Antes, el verbo y la experiencia de Quique Sánchez Flores sedujo al club. Poco le importó al Espanyol que al técnico madrileño le costase echar raíces —nunca estuvo más de dos años en una entidad—, porque a Chen le convenció desde el primer momento. Él se ha encargado de moldear una plantilla de 21 jugadores, la más veterana del campeonato (28,5 años), algo coja en defensa —sólo tiene seis— y variada en ataque.
El club ha invertido 16,4 millones de euros en realizar 11 incorporaciones, la mayoría de ellas de rendimiento inmediato, cuyo objetivo esta campaña será “estar entre los diez primeros”, en palabras de Ramón Robert, el director de operaciones en ausencia de Chen. Pero el verdadero quebradero de cabeza del verano fueron las salidas. El club tuvo que negociar hasta 20, algunas complicadas como las de Thievy Bifouma y Michael Ciani.
El Espanyol recupera la ilusión. Se han superado ya los 27.000 socios, un crecimiento que no se producía desde el curso 2010-11, aunque la gente espera que llegue ya el primer triunfo. La paciencia debe ser la virtud perica.
