Álex Fernández: "Mourinho es el mejor; Toril, mi padre deportivo"
Álex Fernández quiere recuperar en el Elche la ilusionante carrera que inició en el Madrid. No elude hablar sobre el club blanco y el otro Fernández, Nacho.
Álex Fernández (Alcalá de Henares, 1992) quiere recuperar en el Elche la ilusionante carrera que inició en el Real Madrid. El hermano pequeño de Nacho salió de la casa blanca para jugársela en el Espanyol. Destacó muy joven con Aguirre, pero Sergio le abrió la puerta de salida y se deslució en dos cesiones seguidas al Rijeka croata y al Reading inglés. Para recuperar el impulso se ha vuelto a poner en manos de Toril, con quien vivió sus mejores momentos como futbolista en el Castilla. Ha sido titular en los dos últimos partidos, pese a ser el último fichaje del mercado. El objetivo es volver a disfrutar del fútbol, recuperar las sensaciones y volver a la elite con su actual equipo. No elude pronunciarse sobre el Madrid y el otro Fernández, Nacho.
¿Cómo va su puesta a punto tras ser el último de la fila en verano?
Mejoro a diario. Poco a poco voy cogiendo el tono que necesito para estar al 100%.
¿Ha encontrado su sitio en el equipo?
En Murcia jugamos con tres en el centro. El otro día mi posición ideal hubiese sido de '8', por delante de Matilla. El míster quiere el control en el centro del campo, con posesión y buena colocación. En defensa pidió a Dorca que se metiese más con Javi (Matilla) y que yo tapara al mediocentro de inicio del rival.
Llegó libre del Espanyol. Antes fue el mejor en la Eurocopa Sub-19 que ganó España y una de las perlas de La Fábrica. ¿Cuándo se frenó esa meteórica progresión?
Las cosas no siempre salen como uno quiere. Todo iba demasiado bien. Debuté con 17 años en el Real Madrid y en la temporada siguiente fui elegido el mejor de la Eurocopa Sub-19. Parecía maravilloso, pero la realidad del fútbol es que todo es mucho más duro y más difícil. Me fui al Espanyol porque era una apuesta interesante. El primer año las cosas fueron muy bien, pero en el segundo se torció todo. Aún no sé el verdadero motivo...
Todo se truncó con Sergio en el Espanyol...
Sí. Mis entrenadores pueden explicar cómo me implico y que soy muy trabajador. Sergio hizo declaraciones públicas diciendo que no trabajaba bien y que no estaba contento con mi rendimiento, pero siempre fui constante. Cada entrenador tiene un estilo y a sus jugadores. Respeto todas las decisiones, menos que digan que me falta de trabajo. En el Espanyol me sentí querido y apoyado por la grada. Nunca jugué en mi posición. Lo solía hacer de mediapunta o en la banda izquierda. Fue más difícil de lo que parece. Por ejemplo, nunca enlacé cinco partidos seguidos como titular. La falta de continuidad me lastró.
Y luego llegaron las cesiones al Rijeka croata y al Reading inglés. ¿Qué pasó?
Del Espanyol me marché tras ser titular, precisamente, en el Martínez Valero contra el Elche. Me fui a un club fuerte de Croacia, que jugaba bien. Me lo recomendó Modric, con el que hablamos mi hermano y yo. Pensábamos que era un destino ideal para volver a sentirme bien. Hasta que me operé del pubis lo estaba jugando todo, metiendo goles... Había vuelto a ser el de antes. Inglaterra es un estilo más físico, con poca combinación. Jugadores como Matilla o yo lo tuvimos difícil, al igual que los holandeses o brasileños. No encajé en el sistema del segundo entrenador (Brian McDermott), que no quería buen fútbol. Con el primero (Steve Clarke) sí que jugaba.
¿Con qué sueña a sus 23 años?
A mi edad busco tranquilidad y estabilidad. Llevo tres años raros, con demasiados altibajos y algo de ruido a mi alrededor. Quería lo que he encontrado en el Elche CF: un proyecto de tres años, un buen club y una buena ciudad. Me siento como en casa.
¿Y en lo personal?
Mi familia está bien, no me quejo. Estudié INEF en la Universidad Camilo José Cela y me gustaría seguir como entrenador o ligado al deporte en el futuro.
¿Qué huella le dejó su paso por el Real Madrid?
Yo presumo de los valores que me inculcó el Madrid durante los diez años que vestí de blanco: humildad, trabajo y constancia. Nunca me han regalado nada para llegar hasta aquí, sea mucho o poco. Todo es gracias al Real Madrid, que no me lo puso fácil pero que me ayudó a ser mejor.
¿Alguna espina?
Me quedó mal sabor de boca porque mi salida fue triste. Tras una década, el trato del director de la cantera del Real Madrid (Ramón Martínez) no fue el adecuado.
¿Cuándo se dio cuenta que su hermano, Nacho, se disparaba hacia la primera plantilla?
En el Castilla ya iba lanzando. Era el capitán, el símbolo de aquel filial, era un líder... Si alguien hizo méritos para subir al primer equipo era Nacho.
¿Qué le parece el rol de Nacho en el Real Madrid?
Como todo canterano, asume ese rol secundario de no terminar de ser titular indiscutible. Él está feliz y contento. Juega en el equipo que siempre ha querido hacerlo y el Real Madrid le valora muchísimo. Nacho, como yo, es muy madridista y no puede estar en mejor sitio.
¿Le ve toda la vida de blanco?
Ojalá mi hermano se quede en el Real Madrid para siempre. Esa es mi ilusión. Y también la suya. Lo que le transmiten desde el club es que quieren que se retire allí.
¿Ve al Real Madrid capaz de ganarlo todo?
Las temporadas son muy largas y pueden pasar mil cosas. Ojalá que sí, por el club, por mi hermano y por varios amigos que tengo allí: Morata, Carvajal o Isco. Cuentan con opciones en cada competición. Hay equipo para ganarlo todo, pero es muy complicado hacerlo perfecto. ¿Lo mejor? Del Madrid lo que más me gusta es el pundonor y la raza que demuestran siempre. Donde otros equipos se dejan llevar, el Madrid siempre lucha hasta el final.
¿Por qué eligió el dorsal número 9?
Porque el resto de dorsales que quedaban eran muy feos. El 16 no me gusta nada, el 25 es de portero y el 12, ¡para la afición!
¿Quién le convenció para firmar por el Elche CF?
Ha sido un verano atípico. Empecé en el Espanyol con la idea de salir, sabiendo que me darían facilidades. Después parecía que me iba a quedar. Quique es un gran entrenador y se trabaja muy a gusto con él. Me llegaron ofertas de Inglaterra. Estuve a punto de volver, me hubiese gustado. Decidí quedarme en España, con un juego más a mi estilo. Recibí llamadas de Primera (Sporting), pero no con las condiciones que quería: estabilidad y un proyecto a largo para volver a ser yo. Cuando el 'Chuti' (José Luis Molina, director deportivo) y el míster me llamaron, me mostraron mucho interés y me hablaron de un gran proyecto. Quería estar tres años sin pensar a dónde iba a ir dentro de seis meses.
¿Su relación con Toril se asemeja a la de un padre con su hijo, con esa mezcla de cariño y exigencia?
Toril, para mí, es mi padre deportivo. La relación con un entrenador siempre sufre altibajos, pero con él va más allá de lo profesional. Hemos trabajado juntos cinco años (tres en el Castilla, uno en el Real Madrid Juvenil A y otro en el Juvenil B). Tras separar nuestros caminos hablábamos todas las semanas. Cuando no le gustan las cosas, me regaña como si fuese mi padre en casa. Y yo, como puede pasarle a cualquier hijo, hay cosas que acepto y otras que me cuesta más. Ha podido haber riñas, pero desde el respeto y el cariño que nos tenemos.
¿Y cómo vivió aquella polémica entre Mourinho, técnico que le hizo debutar, y Toril, el entrenador que le moldeó como futbolista?
Me pilló en medio. Mourinho, para mí, es el mejor. Me hizo debutar y me dio muchas cosas, igual que a mi hermano. Le estamos muy, muy agradecidos. Y al míster (Toril), igual. Nacho y yo le tenemos un cariño especial. Ha sido como nuestro entrenador de la casa, desde pequeños. No nos metimos en ese problema entre profesionales. Era algo que tenían que resolver entre ellos y el club.
¿A qué Lugo esperan este sábado en el Martínez Valero?
Se va a ver buen fútbol, con dos equipos que querrán la pelota. El que no tenga el balón va a sufrir bastante. Son tres puntos muy importantes porque luego tenemos dos duelos difíciles (Huesca y Levante). Ya que estamos terceros queremos asentarnos en la cabeza, entre los cinco primeros puestos.
¿Le ilusiona debutar en el Martínez Valero con la camieta del Elche CF?
Mucho. El día del Tenerife estuve en la grada y disfruté del ambiente. El campo es grande para poder jugar como queremos, siendo vistosos y ofensivos. Este es el campo idóneo para poder disfrutar del fútbol.
