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De Pau a Diego López: el giro copernicano de la portería

Roberto, apuesta de Quique Sánchez Flores y titular en la pretemporada queda relegado a partir de ahora al banquillo.

Diego López con el Espanyol.
amaia zabaloDIARIO AS

La portería del Espanyol siempre genera noticias. Desde aquel duelo entre Carlos Kameni y Gorka Iraizoz hace una década, pocos porteros han gozado de la tranquilidad de jugar varias campañas seguidas sin ver peligrar su puesto, incluso se han vivido momentos tan surrealistas como el estreno de Giedrius Arlauskis el curso pasado en el Santiago Bernabéu, con apenas un entrenamiento y sin conocer aún el nombre de todos sus compañeros. El pasado viernes en Anoeta ocurrió otro giro inesperado en la meta. Diego López fue el titular y sentó a Roberto Jiménez, el portero que pidió Quique Sánchez Flores y que había sido el fijo en toda la pretemporada. La marcha de Pau López al Tottenham no ha sido la única sorpresa del arranque en esta demarcación.

La elección del portero es un asunto particular de cada entrenador. Quique, a día de hoy, se siente más seguro con el gallego, el portero más alto de Primera, dominador del juego aéreo y con un brillante toque con los pies. Dudó durante la semana, alternando a ambos en el equipo teóricamente titular, hasta que se decidió por hacer el cambio rápidamente, esperando también que el equipo ganase más seguridad defensiva. Diego López es el portero del técnico madrileño y repetirá hasta que su rendimiento diga otra cosa.

Kameni fue el meta titular del Espanyol de 2004 a 2011, con el paréntesis de dos años cuya rivalidad con Gorka le hizo jugar menos (actuó 21 partidos en la 2005-06 y no jugó en la Europa League al año siguiente). Pero su suplencia y su ostracismo con Mauricio Pochettino le obligó a cambiar de aires. El hispanoargentino prefirió a Cristian Álvarez, meta que le ganó el sitio, que llegó a ser capitán pero que apenas duró en el arco una temporada y media. Emergió Kiko Casilla, indiscutible dos años y medio hasta que lo fichó el Real Madrid. Pau López se convirtió en el portero de Tommy N’Kono y de Sergio González, intocable pese a ser el más goleado de la Liga hasta la llegada de Constantin Galca, que prefirió a un lituano que jugaba de meta suplente en el Watford de Quique Sánchez Flores. Las lesiones y las malas actuaciones le devolvieron la titularidad a Pau.