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ESPANYOL

Paciencia ante el proyecto "en construcción" de Quique

El entrenador del Espanyol espera, paso a paso, que la plantilla funcione. El proyecto de Valverde se inició igual y al final fue exitoso
Leganés-Espanyol

Paciencia ante el proyecto "en construcción" de Quique

La paciencia es una virtud que reclaman tanto los entrenadores como detestan los aficionados, siempre deseosos de victorias y de éxitos. Pero el proyecto de Quique Sánchez Flores la necesita como el comer, después de tres jornadas, dos puntos, muchas caras mostradas y la visita del Real Madrid el próximo domingo a un estadio que quiere alegrías y que de momento no ha visto victorias. Ha tardado tantos años el perico en pertenecer a un club saneado y en contar con un proyecto deportivo ambicioso como para desesperarse a las primeras de cambio, y eso fue precisamente lo que pidió el entrenador en sala de prensa después de empatar ante la Real. El proceso es más importante que los puntos a estas alturas del campeonato. “No era fácil llevar la iniciativa del partido porque la Real tiene un proyecto que lleva un tiempo con una idea definida y nosotros estamos en plena construcción”. Fue tajante Quique, que sigue en un Espanyol en obras.

El pasado. Bien saben los españolistas de la velocidad a la que cambia el estado de ánimo. Basta con echar un ojo al pasado más reciente y al proyecto que más se asemeja al que quiere construir el madrileño, tanto por el carisma del técnico como por la potencialidad de la plantilla. La primera temporada de Ernesto Valverde en el Espanyol empezó con mal pie, tanto que estuvo a punto de costarle el puesto en un negro noviembre de 2006. El técnico extremeño comenzó la temporada con dudas en las alineaciones y en el esquema, sin saber ordenar a Iván de la Peña y sacarle rendimiento a Raúl Tamudo y Luis García. Un equipo que llegó a la jornada diez con apenas nueve puntos, y que salvó la cabeza del entrenador con un agónico triunfo ante el Athletic Club (3-2). El apogeo de la historia la protagonizan una final de la UEFA, el Tamudazo y una primera vuelta del curso 07-08 que colocó al Espanyol entre los cuatro mejores del campeonato. Fue empezar a ganar y todo cambió en aquella plantilla, que contaba con jugadores desequilibrantes como puede haber en la actual.

En el club no hay dudas con respecto a la plantilla ni al cuerpo técnico, todo lo contrario. Están convencidos de que el trabajo dará sus frutos, más aun cuando los últimos jugadores fichados alcancen su mejor rendimiento. Diego Reyes le dará más solvencia y velocidad a la defensa, mientras que David López potenciará todavía más el centro del campo, como Álvaro Vázquez el ataque. Que jugadores como Jurado, Reyes o Caicedo se sumen y aumenten el nivel será básico para crecer a pasos agigantados.

“El proceso es lento, pero el equipo será competitivo”, cuentan desde el cuerpo técnico, conscientes de que esta plantilla debe acoplarse, empezar a cambiar su mentalidad y aplicar en el campo las ideas del entrenador. No es quizás el Real Madrid el mejor rival en estos momentos, pero el equipo debe empezar a volar.