Osasuna: dos milagros en las últimas dos temporadas
Salvación (14-15) y fase de ascenso (15-16), todo ‘in extremis’. Enrique Martín ha sido el artífice de la vuelta del equipo rojillo a Primera.
Si hubiera que calificar de algún modo las dos últimas temporadas vividas por Osasuna con una palabra, sin duda, esta sería “milagro”. El 18 de mayo de 2014, tras 14 temporadas en Primera, el equipo rojillo descendía a Segunda. Pero el descenso no fue lo peor. Lo peor fue el que se destapase que tenía una deuda enorme, que se le acusara de amañar partidos y que existieran numerosas salidas de dinero injustificadas. Toda aquella historia que estuvo a punto de llevar al club a la desaparición está todavía en un proceso judicial en el que hay cerca de treinta imputados, incluidos los ex presidentes Patxi Izco y Miguel Archanco.
En la temporada 2014-2015, al margen de lo extradeportivo, fue Jan Urban el elegido para hacerse cargo del equipo. Un referente del osasunismo que conocía bien el club. Pero las cosas no funcionaron y el 28 de febrero fue destituido. José Manuel Mateo, quien por aquel entonces estaba a cargo del filial, fue el elegido para sustituirlo... La cosa no mejoró.
El tiempo se agotaba y el equipo vivía una situación delicada que ponía en peligro su continuidad en Segunda. A falta de seis jornadas y tras la destitución de Mateo, la directiva de Osasuna decidió que fuera Enrique Martín quien se hiciera cargo del equipo para tratar de salvarlo. Ya lo había conseguido en una situación muy similar, en la temporada 96-97, cuando el equipo también estaba a punto de descender a Segunda B.
Primer milagro. Osasuna llegó a la última jornada dependiendo de sí mismo para salvarse. Le valía el empate y visitaba a un Sabadell ya descendido. Cerca de 4.000 aficionados rojillos se desplazaron a la ciudad catalana para apoyar a los suyos, quienes parecían tenerlo todo a favor. Sin embargo, en el minuto 17 los navarros ya perdían 2-0 y se mascaba la tragedia. Dada la situación económica del club, el descenso podía suponer su desaparición. En el minuto 77, David García acortaba distancias y la afición de Osasuna empujaba al grito de ‘si se puede’ y apelaba a San Fermín. Y surtió efecto. En el 90’ apareció Javier Flaño para mandar un cabezazo a la red. Se desató la locura...
Segundo milagro. La pasada temporada, la directiva decidió seguir apostando por Martín como técnico. Las cosas empezaron muy bien y los rojillos fueron líderes durante muchas jornadas. Martín quería su “ático”, el regreso a Primera. Y llegaron a la última jornada de la liga regular con opciones de meterse en el playoff (a pesar de flojear en el tramo final, en el que se empataron dos partidos y se perdieron otros dos de cinco). Visitaban el Tartiere y había que ganar y esperar... y el milagro se produjo. Los de Martín ganaron 0-5 al Oviedo, pero fue un gol del Girona a la Ponferradina en el 86’ (Cristian Herrera) lo que les metió en el playoff (se quedó fuera el Alcorcón). El 18 de junio, al filo de las nueve de la noche, Osasuna volvía a ser equipo de Primera tras eliminar en los playoff al Nastic y, cosas del destino, al propio Girona.
