Después de un verano tranquilo, el mercado se agitó en los últimos días para el Depor y, aunque el desenlace fue positivo, el periodo estival de fichajes deja heridas abiertas entre el club blanquiazul y varios socios como Espanyol, Valencia y Valladolid. El club catalán fue precisamente uno de los responsables de que la maquinaria de la Plaza de Pontevedra estuviera trabajando hasta medianoche. Aunque Tino Fernández no responsabilizó directamente a los pericos de la espantada de Álvaro Vázquez, él rompió el compromiso, las formas de los espanyolistas no gustaron: “Nosotros no haríamos algo así”.
Con el Valencia la tensión viene de algo más lejos. Concretamente del pasado mes de enero, cuando los chés quisieron pagar la cláusula de Mosquera en el mercado de invierno. La historia terminó con el coruñés eligiendo Riazor sobre Mestalla y su renovación hasta 2021. El segundo episodio tuvo lugar hace unas semanas. Los valencianistas necesitaban un central y Sidnei era su objetivo, por lo que empezaron las negociaciones con el Benfica, poseedor de la mayoría de su pase. Con lo que no contaban en Valencia era que el Depor ejerciera su derecho de tanteo, lo que le permitió retener al brasileño, abortando otro intento de pescar en A Coruña.
Pese a los encontronazos del pasado, con el penalti de Djukic y la Copa del Rey del ‘95, las relaciones entre ambos clubes eran positivas e incluso el año pasado llegaron a un acuerdo para la cesión de Fede Cartabia. Precisamente el argentino protagonizó el último capítulo de esta guerra fría. El Depor tenía acuerdo con el jugador si rescindía con el Valencia, pero su club no le concedió la carta de libertad para evitar que jugase de blanquiazul.
Otra entidad con la que bajan aguas revueltas es el Valladolid. Todo empezó con el caso Saúl, con el que los pucelanos afirmaban tener un precontrato cuando fichó por el Depor. Mientras la demanda contra el jugador sigue su curso, el miércoles se extendió en Pucela el rumor de que Juan Villar era una de las opciones para los coruñeses, pero desde el club blanquivioleta dejaron claro que las relaciones entre clubes estaban rotas y que el jugador sólo saldría si se depositaba la cláusula.
