Las dos caras de James: líder en Colombia, suplente en el Madrid
El colombiano volvió a ser protagonista con su selección. Un brillo que en el último año se ha apagado en el Madrid. Les exponemos las causas de esa doble cara...
Es ponerse la camiseta de Colombia y brillar. James Rodríguez, al más puro estilo del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, sufre un cambio radical cuando acude con su selección. Así lo ha vuelto a demostrar en su último partido ante la selección de Venezuela. El diez marcó el primero para los suyos con una buena definición y dio una gran asistencia tras un magnífico desborde en un costado del área. Por si fuera poco, forzó un penalti en los últimos minutos, aunque lo fallaría.
Y es que esa es la imagen que se espera este año del jugador, que quiere una segunda oportunidad para demostrar que su sitio no está fuera del Real Madrid, ni si quiera en el banquillo.
La temporada pasada sus estadísticas no fueron malas. Entre Liga, Copa y Champions League logró marcar ocho tantos y dar diez asistencias habiendo disputado sólo 1.858 minutos, repartidos entre 32 encuentros. Sin embargo, su problema fue la falta de ritmo, lo que le privó de la titularidad y, por tanto, de disputar más minutos. Esta campaña siempre ha empezado como suplente.
Por otra parte, desde noviembre de 2015, el colombiano ha acudido con su selección en once ocasiones. Marcó en cinco de esos partidos y se apuntó cuatro asistencias....
Y es que James es otro con Colombia. ¿Por qué? En primer lugar, allí es el capitán. Manda, no tiene estrellas que le eclipsen y se impone su estilo de juego al del resto. No se esconde y pide el balón para crear peligro en todo momento. En resumen, tiene esa confianza que parece haber menguado en el Madrid, primero con Benítez y después con Zidane. En el Bernabéu tiene esa competencia que no existe en la Tri. Con la llegada de Asensio y la explosión de Lucas Vázquez, debe hacerse un hueco en las rotaciones para repartirse los minutos con ellos. Y con Isco y Kovacic, siempre y cuando Zidane decida sustituir a los titulares habituales.
La segunda clave de este rendimiento desigual está en el banquillo. Pékerman le da esa seguridad que no tiene en el Madrid, ya que habitualmente no entra en los planes de Zidane desde el inicio. Esto es lo que dijo el técnico argentino tras el choque ante Venezuela: "Es uno de los grandes jugadores del mundo. Es clave. Tiene talento para la generación de fútbol y para el gol". En cambio, Zizou ha llegado a decir: "James e sigual que el resto, que juegue menos puede ser un problema..."....
Tampoco ayudaron a James sus líos deportivos y extradeportivos que le salpicaron la temporada pasada (fue cazado a más de 200 kilómetros por hora en la M-40). Sus declaraciones de hace unos meses precisamente al ir con la selección mostraron ese descontento: "Cuando uno juega y tiene el apoyo de todos es más fácil". Estas palabras no sentaron bien en un club que sigue manteniendo esperanzas en él. Y por eso, desde la planta noble se han negado a venderle (en cambio, sí pusieron en el mercado a Isco, jugador más del gusto de Zidane y que finalmente también se ha quedado). James es consciente del apoyo del presidente y está decidido a recuperar su nivel y su sitio...