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BÉLGICA - ESPAÑA

Roberto Martínez, un técnico que se ha hecho a sí mismo

Pasó de modesto jugador español en las Islas a reputado entrenador. Tiene contactos como Ferguson y Guardiola y fama como comentarista
Partido en vivo, grupo G: Bélgica vs Panamá

Roberto Martínez, un técnico que se ha hecho a sí mismo
AFP

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Roberto Martínez (nacido en Balaguer, 43 años) es un hombre hecho a sí mismo. No ha recorrido un camino ya marcado por otros, ni tampoco nadie le ha regalado nada. Hoy es principalmente un “entrenador británico nacido en España”, una etiqueta confusa que paradójicamente le ha colocado el mercado y los medios ingleses para entender quién es. Cogió lo mejor que le aportaron los años que pasó en nuestro fútbol, en el Zaragoza B, por ejemplo, y lo aplicó en Inglaterra para hacer una digna carrera cuando apenas había jugadores españoles en las Islas Británicas.

Llegó a las Islas de mano del presidente del Wigan, Dave Whelan, al que le hablaron de unos chavales listos y con calidad en un viaje de negocios a Zaragoza. Eran los ‘tres amigos’: Roberto Martínez, Seba e Isidro Díaz. Roberto se convirtió en una leyenda del Wigan, al que ayudó a subir de categoría, de la tercera a la segunda división. Jugó 187 partidos entre las temporadas 1995 y la 2001, antes de recalar en el Motherwell, donde sólo se le vio en 16 encuentros. Pero fue en Escocia donde conoció a su mujer, Beth Thompson, con quien se casaría ocho años después.

También jugó en el Swansea (2003-2006), equipo al que regresó en febrero de 2007 para convertirse en jugador-entrenador durante un periodo corto hasta retirarse como futbolista y concentrase en su carrera de manager. Lo que aprendió como futbolista y su manera diferente de entender el fútbol por su origen español lo mezcló en un cocktail que le ayudó a subir escalones como entrenador.

Puso las bases de juego del Swansea que tanto fue elogiado en los últimos años, pero volvió al Wigan donde, con pocos recursos, consiguió evadir el descenso de la Premier durante tres años y hasta llegó a ganar la FA Cup en 2013. Sin embargo, tres días después perdió la categoría. El Liverpool intentó ficharle pero prefirió un proyecto que entonces era más sólido: el Everton.

Después de un gran inicio (acabó quinto en la primera temporada mientras se trabajaba lenta pero inexorablemente hacia una transición en el estilo y la plantilla), el Everton acabó undécimo en su segunda campaña y también en la tercera. Llegó a las semifinales de la FA Cup y de la Copa de la Liga, pero los nuevos propietarios del histórico club le despidieron un partido antes del final de su tercer curso. La plantilla, que envejecía sin que el club apostara por las propuestas del técnico, quería otro tipo de entrenador.

Su elección como seleccionador belga puede haber extrañado a muchos, pero es uno de los entrenadores que mejor se mueve tras las bambalinas. Amigo de Sir Alex Ferguson o Guardiola, estuvo varios años comentando la liga para Sky Sports y hoy ocupa los veranos analizando grandes competiciones para la televisión más grande del mundo (ESPN). Tiene una licenciatura de fisioterapia y otra de dirección de empresas.