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ATLÉTICO DE MADRID

Reunión Simeone-Gabi

Fue ayer después del entrenamiento del Atlético, entrenador y capitán hablaron largo rato buscando, quizá, soluciones para enmendar el mal comienzo del equipo esta Liga.

Madrid
Simeone, con Gabi, en un entrenamiento.
JAVIER GANDULDIARIO AS

El mal inicio. Esos dos empates ante dos equipos recién ascendidos, Alavés y Leganés. Las palabras de Griezmann... No ha comenzado la temporada el Atleti 2016-17 como se esperaba y era mucho de lo que hablar. La intención, una: enderezar el rumbo. Que septiembre y sus partidos entierren agosto y que esos dos puntos de seis posibles pronto sólo sean eso: un mal comienzo. Un mal comienzo enmendado.

Es lo que, desde que acabó el partido en Butarque, está en la cabeza de Simeone. Y, para rectificar, sólo hay un camino: su equipo. Y en su equipo, un nombre, un hombre: Gabi. El capitán es su cabeza, sus piernas, el hilo conductor del Cholo al vestuario. Por eso, nadie como él para intercambiar sensaciones, pareceres...

Eso ocurrió ayer. Terminó el equipo de entrenar en el campo de abajo del Cerro del Espino, ese entrenamiento casi en la intimidad que ha dejado el Atleti más internacional de la historia (17 de 21 futbolistas se fueron, sólo quedan cuatro, pero cuatro de verdad: Juanfran, Gabi, Tiago y Torres), pero dos personas permanecieron. El capitán y el entrenador. Suele ser habitual que el técnico, después de una sesión, charle con alguno de sus futbolistas. Ayer fue con Gabi, y un largo rato. De ese mal inicio, de esos dos empates, de las posibles soluciones, de las palabras de Griezmann después de Leganés (aclaradas ya por cierto entre todos: técnico y capitanes hablaron con el francés, Griezmann habló con Saúl, todo fue un calentón; asunto cerrado, olvidado, enterrado).

Las bases para enterrar el mal inicio del Atleti, quizá, se sentaron ayer, en esa conversación entre dos de las personas que más adentro lo llevan: su entrenador, su capitán. Dos de los artífices también de aquello que sonaba a (casi) un imposible en los años grises: devolver al Atleti donde merece, con los grandes. Si aquello se pudo, esto, enterrar este agosto, también.