Serantes, de albañil a Zamora de Primera y héroe en Butarque
El Athletic lo echó de Lezama en infantiles y en 2014 el portero pagó 2.500 euros de su bolsillo al Lugo para desbloquear su fichaje por el Leganés.Betis-Leganes
Leganés nunca fue ciudad para héroes. Su espíritu obrero siempre rehusó de esas históricas alejadas de la realidad, más propias de Manhattan que de una localidad trabajadora del sur de Madrid. Hasta que llegó él, ‘Supermán Serantes’. Entre palos, este tímido futbolista de 26 años no luce capa, pero vuela a cada balón como si procediera de Kripton. En realidad Jon nació en Barakaldo, que para el caso, debe ser lo mismo. El guardameta del Lega se ha convertido en el ídolo de un equipo que, también en Primera, vive ensimismado con sus estiradas imposibles y su personalidad currante.
No obstante, Serantes ya exhibe el título de Zamora de la categoría. Aún no sabe lo que es recibir un gol y eso que los rivales a los que se ha enfrentado portan algo más que pólvora en sus botas. Algo parecido le sucedió la temporada pasada, cuando sostuvo al Lega en tramos importantes de la temporada. Ninguno tan relevante como aquel partido en Oviedo, cuando le paró a Susaeta un penalti que pudo haber supuesto el adiós al ascenso. Esa noche tocó el cielo tras muchas mañanas en el tajo. Literalmente. Con apenas 16 años, y después de una adolescencia dispersa, su padre (albañil fallecido en 2015 y al que le unía una gran relación), le obligó a ponerse a trabajar visto que lo suyo no eran los estudios.
Corrían tiempos oscuros. El Athletic lo echó en infantiles por ser demasiado “balilla”. Pese a ello, Jon siguió jugando y dando una alta prioridad a un deporte en el que destacó ya en Segunda B, en las filas del Barakaldo. Después de un partido ante el Sporting B, el entrenador rival desveló en sala de prensa un interés del Madrid que disparó el de otros equipos. Acabó fichando por el Bilbao Athletic. La noticia le pilló en una obra (la foto que acompaña a este texto es de aquella mañana). Era 2008. En Lezama dejó los andamios y junto a Ziganda, recondujo su carrera no sólo futbolística. Volvió a estudiar, se sacó el graduado y más tarde acabó logrando el título de Técnico Superior en Imagen Diagnóstica con una “notaza de la hostia” (Serantes dixit).
Pero la desdicha volvió a zancadillearle. Una lesión de menisco le dejó fuera 6 meses en su última campaña con los leones. De nuevo le tocó empezar en el Barakaldo, donde renació. El Lugo lo ató en 2014 y lo cedió a un Leganés por el que fichó de manera definitiva en 2015 después de pagar de su bolsillo 2.500 euros con los que desatascó un conflicto entre su antiguo agente y los gallegos. El Leganés después le compensó una pérdida que hoy ve como la mejor inversión de su vida, la que le ha convertido en el héroe de Butarque.