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ESPANYOL

72 horas a destajo: mercado agónico para el Espanyol

Podrían llegar hasta cinco jugadores e irse seis, entre los que estaría también Arbilla. Diego Reyes es el central favorito.
Espanyol - Barcelona: LaLiga Santander, jornada 22 en directo

Actualizado a
Arbilla, entrenando con el Espanyol.
Rodolfo MolinaDIARIO AS

Hace un mes, en estas mismas páginas, escribíamos un reportaje titulado “La casa por el tejado”, incidiendo en que a Quique Sánchez Flores no le preocupaba haber empezado a reforzar la plantilla por el ataque antes que por la defensa. Con dos jornadas de Liga consumidas, el técnico espera con deseo la llegada de esos refuerzos, después de haber recibido ocho goles en 180 minutos, el peor inicio de la historia perica en cuanto a tantos recibidos. Quedan 72 horas de mercado y la dirección deportiva (junto con el entrenador, quien decide los refuerzos) tiene un arduo trabajo por delante en todas las líneas. Tres días para trabajar a destajo.

La portería. Pau López viaja hoy con la Selección Sub-21 sin saber si regresará a Barcelona o se irá a Londres (Tottenham). El meta se iría cedido siempre y cuando el Espanyol fiche un segundo portero con ciertas garantías. Lo que hace semanas se antojaba como una salida casi cerrada, está ahora en el aire. El jugador sigue a la espera de lo que decida la entidad, aunque es consciente de que tendrá pocas oportunidades de ser el meta titular con la contratación de Roberto Jiménez.

 

La defensa. Es la línea en la que se pueden producir hasta seis movimientos de entradas y salidas. Anaitz Arbilla podría irse a un Primera pues no contaría con la confianza de los técnicos (el Eibar es la opción más firme), mientras que Rubén Duarte o Víctor Álvarez, que a priori tendrán menos minutos esta temporada, también podrían hacer las maletas. No se contempla que se marchen los dos, pero sí que uno de ellos pueda liberar una plaza. En caso de que finalmente no salgan, tienen números de abandonar la entidad en el mercado de invierno. Estas salidas contrastan con las llegadas. Vendrá un central, y este puede proceder del Oporto. El club trabaja para obtener la cesión de Diego Reyes, hasta ahora el mejor colocado. Cuenta con otras ofertas, como la de la Real Sociedad, club en el que jugó la temporada pasada. No es la primera vez que el mexicano es seguido y pretendido por el Espanyol, pero el curso anterior su destino —por motivos económicos— fue finalmente San Sebastián. Al margen del central, vendría un lateral para ocupar el puesto de Arbilla (Arbeloa y Nyom están en la agenda) y un zurdo teniendo en cuenta que Víctor Sánchez ocupó esa plaza. 

El mediocampo. No se prevén altas en esta zona del campo, sino todo lo contrario. Hay dos jugadores que podrían abandonar la entidad. Uno de ellos es Salva Sevilla, cuya posición está más que cubierta, ya sea como mediocentro o mediapunta. El andaluz podría preferir quedarse en el club aun sabiendo que tendrá pocos minutos, circunstancia que a día de hoy es la más probable. El otro jugador es Pape Diop. La llegada de David López, la titularidad de Javi Fuego y la eclosión de Marc Roca convierten al senegalés en una opción menos sólida para la titularidad. Ya a finales de julio el Hertha de Berlín ofreció alrededor de dos millones de euros por el jugador, que decidió darse un tiempo. Podría ser ahora el momento de salir después de una campaña pasada en la que fue clave para lograr la salvación.

La delantera. Aunque el Espanyol cuenta con variantes y acumula seis goles en dos partidos, la delantera no está ni mucho menos cerrada. Quique sigue insistiendo en la contratación de Álvaro Vázquez, un futbolista que ya tuvo en el Getafe y que es de su agrado porque conoce su metodología. Pero el club madrileño no lo está poniendo fácil —pide tres millones de euros— y por eso la operación sigue parada. Una de las claves es la situación de Felipe Caicedo. El ecuatoriano, que sabe que Gerard Moreno y Leo Baptistao están por delante, quiere seguir en el Espanyol y espera que con el paso de las jornadas vaya teniendo oportunidades. Esta es la única variación que podría haber en el ataque.