Vietto es joven (22) y nada conflictivo, pero tiene ganas de silenciar a sus críticos. El argentino, que brilló hace dos cursos en el Villarreal con 20 goles, pisará de nuevo El Madrigal (sigue el partido en directo en AS.com) con una triple misión: recordarle a Roig que está hecho, demostrarle al Atleti que se ha equivocado y tranquilizar al sevillismo tras perder las Supercopas. El 9 del Sevilla dejó el Villarreal por el Calderón ante el enfado del club amarillo, ya que le veía verde y, sobre todo, porque esperaba sacarle más jugo. El asunto se enredó con Cysterpiller (su agente; el primero de Maradona) y Roig, tras un Atlético-Villarreal, se desahogó: “Tenía que haber seguido. Las prisas no son buenas”. Vietto no lo olvida. Como tampoco acaba de asimilar que Simeone, que fue el que lo descubrió con 17 años, perdiera la fe tan pronto (hizo 3 goles y dio 5 asistencias). Lo de que con sólo tres partidos le cayeran palos en Sevilla le ha enrabietado.
Vietto, como todo el Sevilla, explotó ante el Espanyol con dos goles, alcanzando la paz que busca el Villarreal. Hoy es su gran amenaza. El Submarino anda tembloroso con su primera crisis en agosto. Por Marcelino y la Champions. Necesita resurgir y, para ello, recuperar el olfato y el cerrojo. Para lo primero tendrá a Sansone de inicio y a Cheryshev de revulsivo. La seguridad es otra cosa. Tras 25 encuentros imbatido el curso pasado, en éste encajó en los tres. Por eso Escribá pide un central. El Sevilla está en las mismas. Sampaoli ha hecho este equipo más divertido a lomos de Vitolo. Pero también más amable: 12 goles en contra en cuatro partidos. De ahí que fichara a Sirigu para enfado de Rico y que Rami vuelva al tajo. La última vez que el Sevilla ganó fuera fue en la última jornada de la 14-15. Ya ha llovido. Cualquier medida es poca.
