Empate entre Reus y Mirandés que sabe a poco a los locales
Reus, que debutaba ante su público en la segunda categoría del fútbol español, y Mirandés empataron a un gol en un duelo dominado claramente por los locales.
Reus, que debutaba ante su público en la segunda categoría del fútbol español, y Mirandés empataron a un gol en un duelo dominado claramente por los locales, que no estuvieron acertados de cara a portería rival.
El partido comenzó con auténtica locura, ya que a los 20 segundos Fran Carbia, única novedad de los locales en el once, anotó el 1-0 al rematar a placer un centro des de la banda derecha de Jorge Díaz.
Pero todo se empezó a torcer con la lesión de Chrisantus. El punta pidió el cambio a los diez minutos y le sustituyó Edgar Hernández. Los visitantes aprovecharon la confusión para empatar, gracias a una diana de Fofo, quien fusiló a Edgar Hernández ras recibir un pase interior.
A partir del gol del Mirandés, solo hubo un equipo sobre el césped: un Reus que a punto estuvo de marcar en varias ocasiones. Una, de falta, de Edgar Hernández en el ecuador de los primeros 45 minutos y otra, a cinco minutos del final, cuando, incomprensiblemente, Carbia falló solo delante del portero. El técnico visitante dio entrada, antes del descanso, a Rupert, ya que el centro del campo no funcionaba y se necesitaban soluciones.
A Carlos Terrazas seguía sin gustarle lo que veía y, en el descanso, realizó su segunda sustitución. Javi Hervás dejó a Nestor en las duchas, pero poca cosa cambió, ya que los locales fueron los más insistentes en ataque. No se quiso guardar nada el técnico del Mirandés, que introdujo el tercer cambio a los 54 minutos de juego. En este caso, Pedro entró por Eguarás. No le quedaban más cambios. Justo antes de esta sustitución, todo el Municipal pidió penalti a Jorge, pero el colegiado no solo no lo señaló, sino que amonestó al extremo del Reus.
El Reus, sin prisa pero sin pausa, se acabó adueñando completamente del partido, dejando al rival a su merced y controlando sus acciones en todo momento. Finalmente, se enfrió el duelo, se igualaron fuerzas, pero el marcador no se movió.