Simeone: “Con Gameiro fui claro: le dije que quería a Diego Costa”
Simeone tenía muchas cosas de las que hablar. Antes del comienzo de LaLiga, el técnico lo hizo en Movistar+, con Maldini. Conversación de fútbolAtlético-Girona en directo
—Empecemos por Milán. El Atleti pierde y muchos atléticos se quedan preocupados por qué usted no deja claro su futuro. “Hay que pensar”, dijo. Ha pasado tiempo, aquí está, ¿pero qué pensaba?
—Yo siempre soy muy transparente. Y lo que dije fue lo que mejor encontré para ese momento: mi sentimiento. Opté por la palabra fracaso porque es la más clarita. La gente tiene miedo de decirla pero es un sinónimo de no llegar al objetivo y es la realidad de lo que yo sentí.
—Muchos hinchas se sintieron molestos con sus dudas...
—No, porque en ningún momento yo quise transmitirles dudas. En ese momento el golpe es duro. Perder por segunda vez una final de Champions no se fue, es mentira. Quedará para toda la vida haber perdido esas dos finales. Nada compensará. Lo que sí está claro es que toda esa frustración hoy la generamos como desafío. Alemania es referencia: ha logrado ganar copas del mundo insistiendo. Es el camino que a mí me enseñaron. En la vida no le dan batallas fáciles a los mejores guerreros y yo me considero un guerrero.
—Recordando el partido, empata Carrasco y la sensación que queda es que el Atlético no termina de intentar matar.
—Si hubiéramos marcado el penal y hubiéramos ganado no habría peros. Pero como no pasó, está la posibilidad de abrir debates de cómo y por qué. Los primeros 30 minutos fueron bastante malos. Luego nos fuimos acomodando y el segundo tiempo fue bueno, bastante hasta el gol. Después, nuevamente no tuvimos esa solidez para ganar el partido en ese tramo en el que, creo, estábamos psicológicamente más fuertes. En el alargue, la primera parte se juega y, en la segunda, es muy difícil sostener todo. Los jugadores no quieren perder y, a nosotros, nos quedan pocas cartas. Pero yo estoy orgulloso de los futbolistas. No quita del fracaso que sintiera, la felicidad que tengo por haber construido y seguir construyendo un equipo importantísimo dentro de la historia del fútbol.
—¿Cómo se gestó en su cabeza el convencimiento definitivo de estar otra vez?
—Yo te cuento lo que sentí. Haberme ido no hubiese sido irme en paz. Me decís: ¿en algún momento se te pasó por la cabeza irte? No. Yo nunca dije eso. Dije que tenía que pensar. Pensar es la energía con la que me presento delante de los muchachos que desde hace cuatro años y medio me están dando la vida y volverles a insertar dentro volver a competir cuando perdimos dos finales de Champions, que no es fácil, y eso yo no lo puedo obviar como entrenador. Cuando terminó la final, no quería ver a nadie, sólo a mi pareja. Entonces salimos a tener vacaciones necesitadas e ir viendo. Y dentro de lo que más veía, seguía teniendo la contundencia de que es muy difícil construir un equipo y el Atleti lo es. Los jugadores importantes no se quieren ir. Griezmann. Godín. Koke. Gabi. Fernando. Jugadores importantes quieren llegar. Y eso te da la confirmación de que estamos por el camino de los alemanes. Y ellos llegaron en base a estar ahí. Segundos, cuartos…, siempre compitiendo.
—Tras la final, dijo que con estos jugadores no podía dar más. Muchos interpretaron enviaba un mensaje a la directiva.
—Yo nunca dije que con estos no podía dar más. Lo que sí estoy agradecido al club es que siempre nos dieron la posibilidad de seguir construyendo un equipo ambicioso. No tenemos los números de otros. Tampoco podemos quejarnos, sería injusto. Pero sí valoro que se queden Saúl, Koke, Godín, Griezmann… No es fácil como institución y el club lo ha logrado.
—¿Cómo define el Cholo el Cholismo?
—Es difícil explicar situaciones que te ponen como nota. Yo creo que se va generando una situación en torno a una idea y va corriendo. Nosotros somos muy claros en cómo nos gusta jugar. No tenemos un sistema, más allá que nos basamos mucho en el 4-4-2 aunque solemos cambiar mucho en los partidos. Lo que sí tenemos claro es que hay cosas que no se negocian. La pasión. El entusiasmo. Mejorar siempre… El talento es importante pero no determinante. Los diferentes son aquellos que hacen de ese talento un gran equipo. Entre un jugador que juega bien y uno que tenga potencial y estructura para el equipo, a mí dame el último.
—Exige táctica a todos, sea cual sea su nombre.
—Porque considero que hasta el mejor futbolista necesita una organización para poder jugar. Sólo con el talento no ganas.
—Usted tiene muchos seguidores pero también retractores…
—(Ríe) ¡Pero cómo no! Yo, si tengo el 49% a favor, estoy contento…
—Estos dicen que es extremadamente defensivo. Por ejemplo, Múnich...
—Yo no entiendo que es ser defensivo u ofensivo. Si arranca un partido como el del Bayern, que es superior y no te deja salir del arco... Ahora, vos puedes decidir sacar a dos medios, poner tres delanteros y perder 4-0. ¿Entonces? ¿Fuiste ofensivo pero perdiste 4-0?
—¿Qué le puede aportar Gaitán al equipo?
—Es un jugador fantástico. Lo queremos ya de la temporada anterior y nos puede dar lo que nos falta: ese último pase, talento en los últimos metros. Como todo futbolista que llega, tardará un tiempo, pero tiene lo más importante que, sumado al trabajo, nos aportará muchas más armas para dar ese salto de calidad que necesita el equipo.
—¿Cómo jugará? ¿Más pegado a la banda? ¿Más por dentro?
—A los buenos futbolistas siempre hay que buscarles partes más centrales, donde puedan resolver cosas importantes. Él toda la vida estuvo en la izquierda pero me da la sensación de que hacia dentro lo obligamos en el juego.
—¿Renuncia al concepto de extremo puro?
—Nosotros desde siempre hemos jugado intentando ganar la parte central. El equipo tiene más variantes. ¿Por qué? Termina ganando gente por adentro. Este año la competencia es maravillosa.
—Bueno el ‘9’, el famoso ‘9’. Llegó Gameiro. ¿Qué le va a aportar?
—Es un jugador explosivo, muy vertical. Fernando es más de espacio largo; Gameiro, más de espacios cortos. La competencia entre ellos nos dará posibilidades y qué mejor para un equipo que tener variantes. Con él, Griezmann, Correa y Fernando creo que estamos muy bien ofensivamente.
—Lo de Costa lo intentó...
—Sí. Y siempre fuimos muy claros con Gameiro. Siempre. Cuando hablé por teléfono con él, le dije que habíamos buscado la situación de poder contar con Costa pero que, de las alternativas que había dado el club, yo apostaba totalmente por él y que queríamos que fuera el delantero que nos acompañe este año.
—¿Koke va a jugar más por dentro?
—Yo siempre tengo la fantasía de hacerlo. Después la realidad de los Gabi, los Augusto y los Tiago me lo sacan. Son tan contundentes en el trabajo, son tan persistentes en el estar vigentes, que el paso ese de Koke adentro se aleja. Pero considero que el nos da ofensivamente algo diferente.
—Más detalles del equipo. Torres. Al final renovó...
—Fernando es un hombre necesario, importantísimo. Yo nunca le he regalado nada. Todo lo ha ganado con trabajo. Cuando hablé con él le dije: “Fernando, sos el ídolo… Hacé dos goles, diez más, salgamos campeones. El amor que te tiene la gente no se va a modificar. Pero yo te necesito como futbolista”. El año pasado terminó jugando por mérito propio. Cuando llegó no estaba de la misma manera que ahora. Nosotros estamos contentos porque sé que está dispuesto a jugar 10 minutos, 90’, 60’... Tenemos la suerte de muchos de los que estamos acá queremos estar. Todos tuvimos opciones y posibilidades económicas, deportivas… Koke, Godín, Gabi, Torres, Carrasco, nosotros, Oblak, Giménez… Y eso lo tenemos que cuidar hasta donde dure, después, cuando no dure más, nos juntaremos un día en el Calderón, haremos una fiesta y saludaremos a toda esa gente que se rompió el alma por el club.
—El final de la Copa América le pilló en Argentina… ¿Qué sensación le dejó Messi, con su decisión posterior…?
—Me sentí identificado. Sentís vacío. El dolor de la derrota ante el objetivo tan grande de ganar…, decís: “Estoy muerto”. A mí me pasó. En la final de la Champions hubo una muerte y la muerte tiene un duelo y ese duelo hay que pasarlo. Y el que no lo dice, se miente. No es llegar el otro día y que todo vaya igual. No, no va todo igual. Perdimos. Y me dolió. Y con Lionel me sentí identificado. Fue muy similar su expresión: “Hice todo, hago todo, y no puedo lograr el objetivo que yo tengo…”. El vacío que sentís es muy grande.
—¿Algún día será seleccionador argentino?
—Yo aspiro a ello, yo tengo la ilusión de dirigir mi selección.
—Tengo la sensación de que lo podrá hacer cuando quiera...
—Es difícil explicarle a la gente el compromiso y la responsabilidad. A la gente, vos le explicas que estás en el Atleti y que tengo un compromiso con un ambiente que confía en mí, ¿cómo haces para irte? Decís: “Ahora me voy?”. ¿Por qué? “Porque es la selección”. Buf. Sí, la selección es importantísima y lo será siempre en mi vida pero yo creo que hay tiempos. Aunque me pregunto muchas veces por qué Guardiola no dirige a España. O Mourinho a Portugal, Pellegrini, a Chile. Ancelotti a Italia... Hay una cierta tendencia de que muchos entrenadores, los mejores posiblemente, no pueden entrenar a sus selecciones. Hay que buscar soluciones, pero no me hagas elegir a mí que soy el entrenador.
—¿Dirigiría al Atleti y a Argentina?
—Es difícil, está claro. No es fácil. Con el tiempo se podrá lograr. Hoy no. No esta preparado el sistema.
—Casemiro: ¿su entrada cree que fue decisiva?
—Sí, dio equilibrio y libertad a Modric. Después, la primera media hora de Bale fue fantástica. Y obviamente que el Madrid sabe competir, no te gana por suerte: te gana por historia, porque están acostumbrados a hacerlo desde chiquitos. Y nosotros, creo que desde hace un tiempo estamos acostumbrando a los chiquitos y a los que están con nosotros que también se puede ganar siempre.
—¿Cómo ve a Cristiano?
—Creo que, cuando hablan del Balón de Oro, desde lo ganado, tendría que ser el elegido: es el más competitivo de todos pero no considero que este año haya sido el mejor. Considero que Griezmann está dentro de los mejores. Obviamente que el ganar te acerca al éxito individual. Fíjate qué importante es la estructura del equipo.
—Usted le ha transformado como futbolista…
—Mirá, a los futbolistas cuando les dices: ‘Jugá libre’, no lo interpretan bien. Griezmann es el primero que tengo al que vos le decís: “Jugá libre”. Y lo hace todo bien.
—Eso lo da la inteligencia.
—Obviamente, una inteligencia diferente y el trabajo. Si Antoine gana la final de la Champions y la Eurocopa tendría ganado el Balón de Oro y esto es tan injusto que posiblemente ni esté nominado. Ha rendido a un nivel superlativo, su año fue tremendo.
—¿Tiene que decirle algo al hincha?
—La gente ya sabe que yo no soy de tantas palabras sino más de hechos. Este año es para todos diferente. Se va el Calderón. No es uno más. Y le pido exigencia: nos tienen que exigir porque estamos preparados para ser exigidos. Así que no hay conformismo. Hay rebeldía. Y dolor. Pero, obviamente, la mejor manera para curar ese dolor es mirar a los alemanes. Dale, dale, dale, que en alguna cae...