De la espantada del Bayern al zapatazo de Adriano...
Los 37 años de vida del Trofeo Bernabéu han dado para mucho. Desde su origen, para honrar a Don Santiago, a las polémicas con el Bayern,...
Real Madrid – Stade de Reims en directo
A petición de un socio... Justo después del fallecimiento de Don Santiago Bernabéu, el 2 de junio de 1978, un socio compromisario del Madrid solicitó al presidente por aquel entonces, Luis de Carlos, que se organizase un torneo veraniego para honrar la memoria de un presidente capital en la historia de la entidad. La Asamblea General, por decisión unánime, entendió que era el mejor regalo que se le podía hacer a Don Santiago y el club se volcó. La primera edición, el 31 de agosto de 1979, unió a cuatro grandes: Real Madrid, Bayern, Ajax y Milán. Ganaron los alemanes.
Una joya despreciada. Aquel trofeo de la primera edición era una joya de orfebrería valorada en tres millones de pesetas (la pieza más cara que se entregaba en cualquier torneo veraniego español) que el Bayern despreciaría. En 2004 se descubrió que estaba arrinconada y en mal estado de conservación debajo de una escalera en Säbenerstrasse, en las oficinas de la entidad muniquesa. En 1979 ya se rumoreó que, debido al gran tamaño del trofeo (medía metro y medio y pesaba más de 100 kilos), casi lo dejaron en Barajas porque no podían facturarlo. Para 2009 el Bayern ya había reparado aquel escarnio y tenía aquel primer Trofeo Bernabéu en su museo.
Un ‘Buitre’ juvenil... El madridismo siempre recuerda como el debut de Butragueño aquella actuación mágica en Cádiz. Pero ya se había estrenado ante la parroquia blanca... con el Juvenil. Fue en el Trofeo Bernabéu de 1981. Por entonces se invitaba a los equipos juveniles. El del Madrid disputó la final con el AZ 67 holandés y en ella estaba un Butragueño de sólo 18 años. Firmó el gol del empate en el 107’ en una jugada con De las Heras, pero los tulipanes vencieron a los penaltis. Butragueño, por cierto, es el máximo goleador del torneo con ocho dianas...
La espantada del Bayern. Los alemanes afearon la invitación del Madrid en 1981 provocando un bochorno en las semifinales contra el Dinamo Tbilisi. La chispa fue una tarjeta roja. El árbitro Pes Pérez expulsó a Rummenigge al filo del descanso “por hacer gestos obscenos al público”. El conjunto teutón entró en cólera con Breitner y Hoeness discutiendo con el colegiado y se negaron a seguir jugando. Luego lo reconsideraron, pero el árbitro no les dejó volver. Hace cuatro años Pes Pérez fue muy duro en AS: “Aquel Bayern no tenía respeto por nada ni por nadie”.
El fallo garrafal de Jaro. El Milán de Sacchi también le amargó la vida al Madrid en el Trofeo Bernabéu. En 1990, los rossoneri ganaron 1-3 en un día que comenzó festivo, con la insignia de oro y brillantes a Molowny, siguió con pitos al recién llegado Spasic y acabó con un gol milanista en una pifia memorable. En el minuto 45, Hierro le hizo una sencilla cesión a Jaro pero el cancerbero se despistó y, cuando se agachó para coger el balón con las manos (por entonces el reglamento aún lo permitía), la pelota se le coló en la portería... El público (y el propio portero) no se lo podían creer...
Adriano, ¡qué misil! La figura de Adriano como potencial heredero de Ronaldo empezó a deslumbrar en la edición de 2001. El Emperador tenía sólo 19 años y acababa de firmar con el Inter por 11 millones de euros procedente del Flamengo. En el Bernabéu sólo actuó diez minutos, pero levantó al público con un misil impresionante de falta directa en el minuto 91 (fue el 1-2). Un gol que desató la Adrianomanía en Italia. “Ha nacido un nuevo fenómeno”, fue el titular de La Stampa.
Hugo ruge con Pumas. El 31 de agosto de 2004 el Trofeo Bernabéu deparó un duelo familiar en los banquillos: Camacho se estrenaba en el madridista (sólo duraría allí 22 días antes de dimitir) y Hugo Sánchez regresaba pero como técnico del Pumas mexicano... pero tenía en la mirilla dejar su futura candidatura a ojos del madridismo. También fue la puesta de largo de Owen. Los aztecas ganaron 0-1. Fue el último gol, simbólico, de Hugo en el Bernabéu, esta vez sin voltereta.
Raúl, con dos camisetas. El Madrid se mostró frío en el adiós de Raúl en 2010 e intentó remediarlo invitando tres años después al Al-Sadd qatarí, donde militaba el mítico 7. Aún así, el club ni siquiera publicitó el partido incluyendo su imagen en el cartel oficial y recibió un aluvión de cartas de socios indignados... El Madrid rectificó a última hora incluyendo una publicidad urgente en los periódicos con una foto a página entera del delantero y la frase ‘Gracias Raúl’. El madridismo respondió. Se agotó todo el papel para ver por última vez a un emocionado Raúl, que jugó cada parte con un equipo. La primera, de madridista, como antaño. No faltó a su cita con el gol y marcó.
Sólo faltó en 2014. Desde 1979 sólo hubo dos veranos sin el Trofeo Bernabéu. El primero fue en 2007, cuando debido al fallecimiento de Antonio Puerta el Madrid suspendió el duelo con el Sporting de Portugal y lo aplazó a diciembre, esta vez con el Partizán enfrente. La otra ocasión fue en 2014. Ahí, el club ni siquiera lo organizó aludiendo a un “problema de fechas” por las dos Supercopas. Sin embargo, y pese a que había además una semana libre en verano, sí encontró hueco para viajar el 30 de diciembre a un bolo con el Milán en Dubai...
