La peña ‘Sudán Blancos’ cuenta actualmente con 800 socios
Festejaron la Supercopa de Europa. La peña ya luce con orgullo el título oficioso de ser la asociación deportiva más importante del país.
"Hala Sudán, Hala Madrid y nada más”. Esto es lo que cantan desde Jartum, capital de Sudán del Norte, más de 800 fieles merengues desde que el Real Madrid ganó la Décima en 2014. Ese fue el año de fundación de la peña ‘Sudán Blancos’, presidida por Alrshied Tagalsir Alrshied. Sudán, un país de 38 millones de habitantes, tiene a Jartum como su centro neurálgico. Allí viven aproximadamente dos millones de personas. La pobreza azota como en la inmensa mayoría de África. Por donde pasa el río Nilo Blanco (que confluye con el Nilo Azul hasta dar nacimiento al Nilo) hay un amplio reducto de madridistas que pone una sonrisa a la vida gracias a los colores y goles de su Real Madrid.
Allí no se habla del Al-Merreikh Omdurmán, el último campeón de la Sudani Premier League. Tampoco se sintoniza el Neelain Sport, el canal de deportes del país, para ver la Liga de Egipto o Argelia (los campeonatos más fuertes del Norte de África). Estos días analizan las andanzas de los seis deportistas del país que participan en los Juegos, pero con una mirada puesta en la pretemporada del Madrid.
La peña ya luce con orgullo el título oficioso de ser la asociación deportiva más importante del país. Así lo han destacado los periódicos locales y deportivos. El recorte de esos diarios inundan las imágenes de Facebook e Instagram de los más de 20.000 seguidores de la peña por las redes sociales. ‘Sudán Blancos’ es oficialmente la asociación del Madrid en el país desde el pasado 2 de febrero, después de que Manuel Gómez, director de las peñas del club blanco, les mandara una carta comunicándoles que habían superado todos los requisitos. Uno de ellos es tener una sede permanente. Es el ‘Café Manzana’. El dueño del local pone los partidos del Madrid sin tener que abonar una consumición (el salario medio de los sudaneses es de menos de dos dólares al día). Allí se juntaron para ver el Madrid-Sevilla de la Supercopa, a las 21:45 (hora local), y vibraron de nuevo con su grito favorito: “¡Hala Sudán, Hala Madrid y nada más!”.