1x1 del Atleti: Caio se destapa en un Atlético que se diluyó
El canterano se movió con calidad e inteligencia. En el gol demostró su precisión en el golpeo con la pierna izquierda en el balón que le sirvió a Augusto.
Bernabé. Era su tarde. Tras la lesión de Moyá pasaba un examen, pero no intervino en exceso. A los dos minutos salió a la desesperada para achicar en el mano a mano con Salvi y después descolgó un par de centros. En la tanda de penaltis no acertó en ningún lanzamiento.
Manquillo. Cumplió en la primera parte como lateral derecho y en la segunda, como izquierdo. Su situación no es fácil, los días pasan y todavía no se aclara su futuro. A la espera de salir jugó un partido correcto, bien interpretado en defensa y con incorporaciones bastante acertadas.
Giménez. Le incomodó bastante el viento al comienzo a la hora de iniciar el juego del Atlético, pero fue ajustando y creció mucho. Atento y sereno apareciendo al corte para desbaratar varias contras. Capitaneó bien la línea con buenas decisiones. En los penaltis, en cambio, se equivocó.
Lucas. Giménez salió en su ayuda en un par de ocasiones. Pese a ello guardó de forma correcta su posición y al filo del descanso se marcó una galopada que terminó en una peligrosa falta a favor al borde del área. Tras el descanso no midió bien un bote del balón y Güiza casi lo aprovecha. Después tuvo apariciones certeras al cruce acabó a buen nivel.
Vrsaljko. Más tímido a pierna cambiada. Ocupó el lateral izquierdo y ahí cumple pero sin ese plus de seguridad en el ataque que le daría su perfil bueno. Tras el descanso Simeone invirtió y el croata pasó al sector derecho y Manquillo al izquierdo. Tampoco se prodigó en exceso en ataque, pero sí se le vio más decidido.
Caio. Calidad e inteligencia. El canterano hizo progresar muy bien el juego cada vez que la pelota pasaba por él, acelerando la circulación cuando era necesario con visión y desparpajo. Además, en el gol demostró su precisión en el golpeo con la pierna izquierda en el balón que le sirvió a Augusto en primera instancia. Se movió con decisión y, por momentos, incluso con jerarquía.
Augusto. A partir del minuto 10 serenó al equipo que acusaba la incomodidad del viento. Ordenó toques más cortos y apareció para socorrer bien a los centrales con líneas de pase claras. El equipo se asentó y en defensa volvió a marcar su territorio.
Gabi. El viento le impidió utilizar una de sus armas, el balón largo, y se limitó a jugar un partido posicional, sin alardes. Va a tener una bonita batalla con Tiago y Augusto por un puesto.
Carrasco. A los dos minutos el viento le jugó una mala pasada y su balón en horizontal sirvió al Cádiz una contra perfecta que terminó Salvi estrellando en el poste. Se movió con mucha libertad partiendo desde la izquierda, su perfil predilecto. Suelto con la pelota, pero aún algo falto de ritmo. Demostró su oportunismo al adelantarse a la defensa para rematar a gol el rebote del poste. Después le faltó temple en la tanda de penaltis y lo mandó al larguero.
Borré. Sigue queriendo demostrar que vale para un sitio en la plantilla. Todo voluntad y arrojo, pidiendo constantemente, algunas veces en zonas demasiado comprometidas como para jugar.
Torres. Protagonizó el primer remate a puerta con un cabezo en el 10’ a centro de Caio. A partir de ahí jugó cada vez más alejado del área. Dejó algunos buenos apoyos al primer toque en combinaciones, pero ningún desmarque definitivo y se fue desdibujando con el paso de los minutos. Falló su penalti.
Diogo. Entró al campo por Borré y se ubicó en la parte derecha del centro del campo. Alguna buena conducción, pero le tocó actuar ya con el partido sin ritmo. Poco para evaluarle.
Amath. Salió por Caio y jugó por dentro, con Carrasco a su izquierda. Se probó algunas veces en velocidad con la defensa amarilla pero sin demasiado protagonismo.
Saúl. Pasó a jugar de central a falta de cinco minutos del final cuando entró por Manquillo. Lucas entonces se movió al lateral izquierdo. Apenas llevaba unos segundos sobre el campo cuando tapó un centro, la pelota golpeó entre su hombro y el brazo y se convirtió en el penalti que transformó David Sánchez.
