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REAL MADRID - SEVILLA

¿Odegaard? En Noruega tiene mas nombre de lo que logró

Mini Jakobsen jugó en el Rosenborg y se enfrentó al Real Madrid. Rememoró con AS los partidos en el Lerkendal Stadion.

¿Odegaard? En Noruega tiene mas nombre de lo que logró
Chema Díaz

¿A qué se dedica Mini Jakobsen?

—Trabajo para la televisión de comentarista desde que jugué mi último partido contra el Real Madrid hace 16 años y medio en el Lerkendal...

—Vinieron antes a Trondheim. En 1997 también estaba.

—Sí. Raúl era su estrella y les ganamos. Al principio tuvieron muchas oportunidades, pero no marcaron. Me acuerdo de encarar a Chendo, él iba para un lado y yo iba para el otro. Di las dos asistencias, decían en la tele que Chendo me buscaba.

—Viene con el Madrid...

—Probablemente no se acuerde de mí, aunque yo tengo que pasar hoy por el hotel del Madrid (risas).

—El Bernabéu aquel año no se le dio mal tampoco.

—¡Marqué el 1-1! Es bonito hacer un mortal en el Bernabéu (lo celebró con un voltereta). Perdimos 4-1 porque nuestro portero estuvo terrible.

—¿Qué diferencias hay de esta época a ella?

—Nosotros cuando vimos que nos tocaba el Real Madrid pensábamos que no había problema, que podíamos hacerlo. Eso cambió. Si se produce ese cruce lo normal sería que les marcasen tres o cuatro. Cuando vas al primer partido de la Copa de Europa ves a las grandes estrellas y piensas en cambiar las camisetas...

—¿La cambió usted?

—No, no creo (se lo piensa). Bueno tengo una morada. Recuerdo que era un hombre de medio campo, tendría que comprobarlo.

—¿Redondo?

—Sí. Creo que la tengo en una caja en algún lugar en el garaje… Hay cosas que metes en una caja y nunca las vuelves a ver. Redondo era un poco como Zidane, un bailarín, se movía muy bien. Aunque muy fuerte.

—Sabe que su primer partido contra el Madrid fue el primero de Casillas?

—Sí, lo vi en un documental. Él estaba en el colegio y alguien llamó allí para decirle que tenía que venir. Es una buena historia.

—Dos años después jugó contra él. Y no le marcó. Fue el segundo partido del Madrid en el Lerkendal.

—Marcó Raúl en 3 minutos y eso sirvió. Fue mi último partido. Era marzo, la sesión de esquí acababa el domingo y jugamos el miércoles.

—¿Por eso perdieron?

—Claro es la única razón (ríe). Fue un buen recuerdo para mí. Era mi último partido y jugar contra uno de los mejores equipos del mundo, con 20.000 espectadores despidiéndome. Recuerdo que hasta Roberto Carlos me aplaudía y los jugadores del Madrid estaban de pie aplaudiéndome. Fue un buen final.

—El Madrid también tiene buenos recuerdos del Lerkendal. Dos de las tres veces que jugó aquí ganó la Champions...

—De hecho, en 1997 sólo perdieron contra nosotros..

—¿Qué significa para los noruegos que venga el Madrid?

—Tampoco mucho. Aquí lo que gusta es el fútbol inglés, pocos conocen al Sevilla. Si hubiera sido Madrid-Liverpool las entradas se hubieran agotado en media hora. Los jugadores del Madrid pueden salir a la calle y no vas a ver a cientos de personas detrás. No es una locura como si viniera Justin Bieber.

—La pena es que no viniese Odegaard...

—¿Se quedó en Madrid? Debía haber venido por la gente, aunque no hubiera jugado. Es muy buen jugador. Tenía 16 años fue al Madrid y no sé si acertó.

—¿Debería salir cedido?

—Sí. ¿Pero es lo suficientemente bueno para jugar en la Bundesliga o en la Premier? Quizá tenga que ir a Bélgica u Holanda… Sólo tiene 17 años. Con Noruega él tiene la pelota pero no juega hacia arriba, tienes que tomar riesgos. Debutó contra Croacia y al final del partido le preguntaron que si estaba un poco nervioso porque el 90% de sus pases no fueron acertados hacia arriba, sólo fueron acertados los que eran a su alrededor y dijo que no. Pensé, tienes un problema. Tienes que crear más si quieres el diez. Pero sólo tiene 17 años, no hay que juzgarle.

—No parece muy fan de él.

—Aquí en Noruega se le sigue mucho y yo, que he jugado 65 partidos con la selección sólo digo que para jugar ahí hay que hacer algo más.

—Quizá la gente quiere que sea una estrella antes de que lo haya conseguido…

—Sí, el nombre es más grande que el jugador. Tenía un entrenador que nos decía esa frase. Y eso puede ser lo que le pase en Noruega, que su nombre es mayor de lo que ha logrado.