Acostumbrado como estaba el Espanyol a marchar atolondrado, incluso cuando en plena temporada iba a plena máquina, como la escena del “más madera” de Groucho Marx en la vetusta locomotora, lo de ahora empieza a sonar a coche eléctrico de última generación. Es decir, a silencio, se rueda. Que sea obra maestra, ‘blockbuster’, peli de culto o estreno fallido lo determinará el tiempo, pero ante el Excelsior de Rotterdam , el tercer y último amistoso en Holanda, se pudo vislumbrar ya el margen de mejora de un equipo que, con Quique Sánchez Flores , al fin sabe perfectamente a qué debe jugar. Y encima gana.
Será que el colectivo mejora a la individualidad, que cada vez están más rodados o simplemente que se eliminó el entrenamiento matinal en Apeldoorn y tenían las piernas más frescas, pero el Espanyol dio ya sensación de madurez. La defensa empieza a bascular con orden, liderada por un Álvaro que (junto a Baptistao) ha sido el único titular en los tres amistosos de la pretemporada. A falta de concretarse un central con salida limpia de balón, por el emergente Marc Roca se inician buena parte de las transiciones. Diop parece otro. El equipo busca amplitud. Y la presión es tremendamente alta, empezando por los puntas, cuya movilidad trae de cabeza a los centrales rivales. Y finalizar casi siempre, para evitar sustos al contragolpe, se torna una obligación.
Si todo ello se completa con acierto, el Espanyol tiene un espléndido futuro por delante. Dos minutos letales bastaron para garantizarlo. En el 28’, y a la salida de un córner forzado por Roca (un chut suyo rebotó en un defensa local), Reyes sirvió para que Óscar Duarte cabeceara desde el corazón del área chica. Aún noqueado el Excelsior, en la acción siguiente, Piatti robó en tres cuartos, pasó a Reyes quien de nuevo asistió, esta vez a Baptistao , quien no pierde ocasión y por ello batió a placer a Muyters .
Y pudo repetir en la reanudación, de no ser porque el árbitro, Londhout, se ahorró un penalti claro de Karami sobre el brasileño. 16 minutos después, el que reincidió fue Reyes, aunque esta vez no con un pase sino directamente con un tanto. Aunque su chut a bocajarro lo rozó Álvaro, el propio central admitía tras el encuentro que el 0-3 fue obra del utrerano.
Igual que se adivina un equipo base, entre los descartes Fuentes y Álex s on los únicos que no han jugado en Holanda (además del canterano Andrés Prieto y de los convalecientes Caicedo y Víctor Álvarez). Se marcha invicto el Espanyol de la gira, tras golear a un Excelsior que debuta en la Eredivisie en sólo seis días.