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BETIS 1 - EVERTON 1

El Betis gana la Dresden Cup tras su empate con el Everton

Los de Gustavo Poyet se impusieron en la tanda de penaltis y se marchan de Alemania con sensaciones positivas y sin perder.

Actualizado a
El Betis cerró la Dresden Cup ganando al Everton en los penaltis.
Boris StreubelBongarts/Getty Images

El Betis empató ante el Everton (1-1) antes de imponerse en la tanda de penaltis (4-3) en su segundo duelo de la Dresden Cup disputada en Alemania. Con un ritmo de juego escaso de intensidad y con demasiadas piezas aún por encajar, los de Gustavo Poyet firmaron un duelo de equilibrio en el que Adán erró en el primer tanto de los ingleses antes de ser el héroe de la tanda de penaltis. Durmisi y Jonas Martin fueron lo más destacado de un duelo que evidencia más el escaso potencial físico de los verdiblancos y su carencia de alternativas para crear juego.

Amagó el Betis con una presión alta inicial que tuvo que corregir cuando el Everton apostó por el balón largo. Ahí, carencias a escena: al Betis le cuesta mucho pelear contra el físico rival y tanto Koné como Lukaku supusieron una amenaza constante en cada choque. Poyet cambió a todas sus piezas respecto al duelo de ayer ante el Werder Bremen y algunas de ellas reclamó un protagonismo de cara a un hipotético once. Lo hizo Mandi, que mejora la salida de balón y aporta más inteligencia en las anticipaciones. Al borde del cuarto de hora, sin embargo, se topó con la mala suerte al anotar en su propia portería el tanto del Everton tras un saque de esquina en el que falló estrepitosamente Adán en su salida. El error del portero puso al Betis por detrás en el marcador y con la obligación de multiplicar sus conexiones en la zona de tres cuartos, hasta entonces casi inédita.

La reacción llegó a balón parado. Durmisi, fichado con la garantía de un buen golpeo de balón, lanzó un centro medido al área que remató Felipe Gutiérrez al poste antes de que Pezzella empujara a placer en la propia línea de gol. Las tablas reflejaban la igualdad de un choque sin brillo ni apenas detalles de calidad. Durmisi volvió a aparecer a la media hora. El lateral zurdo danés desbordó por su banda para asistir a Jonas Martin, que no estuvo acertado en su remate. Petros y Felipe Gutiérrez sostuvieron la medular y reflejaron que falta más físico y, sobre todo, mayor capacidad para romper líneas. Sin Dani Ceballos, la dificultad de este equipo para crear juego es enorme.

Había pocas posibilidades de que el segundo tiempo tuviera menos ritmo, pero así fue. Ni Betis ni Everton encontraron hilos de brillantez a los que agarrarse. Los de Poyet entregaron su devenir a Joaquín. El portuense dejó su banda derecha para construir por el medio y desbordar por el flanco izquierdo. Arriba, Rubén Castro pareció una isla más lejana que nunca. Necesita más verticalidad de sus medios, que aceptan roles de asociación que no daña al rival. Había más titulares sobre el césped que ante el Werder Bremen, pero Dani Ceballos, el más desequilibrante, sólo entró en escena en los últimos minutos. Con él ingresó Sanabria, que por el momento enseña más ímpetu que juego, y más tarde Álex Alegría, esa pieza de físico que Poyet quiere usar para ganar metros y llegadores. Ninguno aprovechó esos minutos para desestabilizar un empate que invitó al Everton a tirar de más canteranos antes del final.

El Betis se despidió de la Dresden Cup manteniéndose invicto en su pretemporada y ganando la tanda de penaltis merced al acierto de Adán con dos paradas que hicieron olvidar su error en el primer tanto. Poyet esboza una media sonrisa reveladora que espera más fichajes para convertirse en completa.