El 55% de las victorias de la Euro llegó con menos posesión
Este cambio de tendencia pasó en la final, en las dos semifinales, en dos partidos de los cuartos y en cinco de los ocho de octavos.
La Eurocopa de Francia será recordada por el primer título en la historia de Portugal y también desde luego por el poco fútbol que dejó. No fue un torneo brillante ni la selección campeona hizo un juego especialmente vistoso. Al contrario. Después de dos títulos seguidos de España con un estilo único que enamoró a todos, la sensación es que con su caída, y por lo que representaba La Roja, se ha iniciado un cambio de tendencia en el fútbol mundial que se refleja en la Eurocopa recién terminada y en su campeón, Portugal. Ni siquiera Alemania ha podido mantener el camino que le dejó España y que hace dos años le hizo ganar en Maracaná.
Los datos que se extraen tras los 51 partidos disputados en Francia son elocuentes respecto a este cambio de rumbo. Lo que en torneos anteriores fueron partidos generalmente ganados por el equipo con más posesión es ahora lo contrario, encuentros en los que quien dominó la pelota acabó cayendo. Así, el 55% del total de victorias las protagonizó aquel equipo que perdió la posesión. Más acentuado es esto en el caso de las eliminatorias. En total, 10 de los 15 cruces disputados fueron a parar al equipo que perdió la posesión. Ocurrió en cinco de los ocho de octavos, en dos de cuartos, en las dos semifinales y en la final. El vencedor fue el equipo que menos balón tuvo, en un claro ejemplo de que si algo triunfó en el torneo fue el repliegue. Eso hizo que fuera una Eurocopa más deslucida que las anteriores. La UEFA es la primera en notar este nuevo escenario del fútbol europeo. El grupo de expertos que ha estado en Francia analizando el torneo, entre los que están Ferguson, Moyes, Milosevic y un único español, Ginés Meléndez, ha recalcado en su informe la novedad que ha supuesto este torneo con respecto a anteriores. Se necesitó dominar menos para ganar, hubo menos pases, más repliegue defensivo, más centros laterales, más goles de cabeza. Una Eurocopa que termina con el dominio de España y de su estilo. Quizá por eso futbolísticamente haya sido tan discreta.