Francia recupera la ilusión por la Eurocopa con la gran final

Francia ha recobrado la ilusión por una Eurocopa de perfil bajo, tanto en lo futbolístico como en lo que respecta al impacto social, con la clasificación de los bleus para la gran final de mañana en el Stade de France contra Portugal.

La Eurocopa llegó a Francia con sordina. La euforia que se vivió cuando en mayo de 2010 el comité ejecutivo de la FIFA concedió al país galo la organización del evento en competición con Italia y Turquía, las otras aspirantes, quedó en el olvido a causa de una serie de acontecimientos que convirtieron el torneo para los franceses más en una obligación a la que ya se habían comprometido que en una fiesta.

El descabalgamiento de Michel Platini, el alma del proyecto, al frente de la UEFA; los atentados islamistas del pasado noviembre y las protestas sociales aguaron la ilusión de muchos franceses. No obstante, a medida que la competición ha ido avanzando y Francia ha ido progresando y superando eliminatorias, la atención por el acontecimiento ha ido claramente en aumento.

También ha ayudado a que se viva de una vez por todas ambiente de Eurocopa el hecho que sea Portugal el país que vaya a disputarle la final a los franceses. Según datos de 2011, viven en París más de 240.000 portugueses. París es la ciudad del mundo con más lusos después de Lisboa.

El Portugal-Francia viene a ser también la última gran oportunidad de que este campeonato sea recordado por un gran partido. Hasta el momento, el nivel de juego de la competición ha sido más bien gris y se recuerdan más los cánticos de los galeses, irlandeses o de los islandeses (Hú) que el juego. Ha sido una Eurocopa en la que la atención se ha centrado en las gestas de los modestos y en la que ninguna de las grandes selecciones han demostrado continuidad en el buen juego y ha primado más el juego físico, Francia, o las tácticas defensivas, Portugal,

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