Italia reina en los instantes finales, en la Zona Cesarini
Los italianos han marcado tres goles en el último minuto. Conte: "Sabemos gestionar todos los minutos del partido con intensidad".
Esta Eurocopa está sirviendo para recordar la figura de Renato Cesarini, carismático interior italo-argentino que se hizo famoso en los años 30 por marcar goles decisivos en los instantes finales del partido, lo que dio origen a la denominación de Zona Cesarini a esos instantes dramáticos en los que los partidos están en el alero. En esta Eurocopa se están marcando muchos goles en los instantes finales y, como no podía ser de otra forma, Italia es la gran especialista.
De los cuatro partidos disputados hasta el momento por el equipo de Antonio Conte ha marcado en tres y en todos ha logrado marcar un gol en la Zona Cesarini. Italia sentenció el primer día a Bélgica en el descuento, derrotó a Suecia a dos minutos para el final y contra España repitió casi calcada la maniobra que realizaron con los belgas.
No es una táctica. Se da el curioso caso de que en el partido que no marcaron los italianos y que perdieron por 1-0, ante la República de Irlanda, fueron víctimas de la Zona Cesarini, pues encajaron el gol de Brady en el minuto 85. Según explica Antonio Conte, no es esta una táctica preparada, “simplemente sabemos gestionar todos los minutos de partido con intensidad, que es lo que le pido a los jugadores”.
Graziano Pellè, autor de dos tantos casi idénticos en la forma y en el momento del partido en que se produjeron ante Bélgica y España, señala también a la intensidad del equipo como la clave de esta efectividad en los minutos finales: “Jugamos todo el partido al máximo de concentración y en los instantes finales sabemos que el rival se vuelca sobre nuestra portería. Eso es lo que hicimos ante los belgas y los españoles”.
Ante Suecia fue algo diferente, pues el partido iba empatado, pero el tanto de Éder que decidió el encuentro también llegó de una transición rápida en la que Pellè bajó el balón de cabeza y permitió el eslálom de su compañero de ataque. Pellè y Éder son dos dignos sucesores de Cesarini, quien acostumbró a los rivales de Italia a no dar ningún resultado por definitivo hasta que el árbitro no señalaba el camino de los vestuarios.