Simeone y su amago de adiós en Milán: "Hablé en caliente"
El técnico del Atlético volvió a hablar; no lo hacía desde el 28 de mayo, tras la final de Champions: "Recordar el sufrimiento es parte de superarte".
Simeone volvió a hablar. No lo hacía desde el 28 de mayo, en la rueda de prensa posterior a la final de la Champions que se llevó el Real Madrid ante su Atlético. Aquel día sembró la duda sobre su continuidad, pero después una imagen suya con Gil Marín y Berta, trabajando en la próxima temporada, despejó la incógnita.
Y hoy ha vuelto a abrir la boca. Desde Argentina, concretamente desde el Hotel Four Seasons de Buenos Aires, para presentar su nuevo libro, 'Creer. El desafío de superarse siempre'. Tras dos durísimas derrotas en finales de Champions ante el eterno rival, Simeone describió lo que es para él la derrota y cómo la administra: "Después de la final hablé en caliente, los argentinos somos así. El otro no tiene la culpa de ganarte, lo aprendí con el tiempo. Acordarte del dolor y el sufrimiento es necesario para superarte".
Sin embargo, sólo tuvo buenas palabras para sus jugadores y su equipo, que dio la campanada metiéndose en la final de San Siro y se quedó a un penalti (el que falló Juanfran) de levantar el título: "Se creó un grupo muy fuerte en el Atlético, pero a este equipo no le alcanza con el talento. Tienes que incorporar todo lo demás que te hace completo. Mejor equipo que el Atlético no lo hay, es un gran grupo".
Simeone comentó lo cómodo que se siente en su país, razón por la que presenta allí su nuevo libro: "El libro son reflexiones mías sobre el fútbol y sobre la vida. Argentina es mi raíz, siempre vuelvo aquí porque aquí viví todo. Argentina sigue siendo mi lugar en el mundo". Y dejó varias de esas reflexiones, aquellas que forman su manera de vivir y entrenar: "Para lograr los objetivos, paciencia y perseverancia; para aprender, escuchar y mirar. Ser líder es saber convivir, dar oportunidades, crecer. Si hay que decir algo, se dice en el momento, pues el momento no vuelve. Una decisión, una vez tomada, es difícil echarla para atrás".
Incluso comentó anécdotas de su niñez: "A los 5 años mi viejo me regaló un fuerte con soldados e indios y armaba el partido. Era la play de antes. Ganaba 1-0, justito. Como me gusta a mí. Al fútbol también se juega sin la pelota".