Millet & Chetoux: “Con 6 años era difícil verle llegar tan lejos”
Millet y Chetoux, los primeros entrenadores de Griezmann, nos cuentan como era el jugador francés de moda cuando era pequeño.
—Son ustedes los primeros entrenadores de Griezmann, los que le vieron dar sus primeros pasos en el UF Macon. ¿Esperaban que hoy fuera una estrella mundial?
—Chetoux: ¿A lo seis años? No, nadie podía imaginar que tendría esta carrera. Le entrené al principio del todo, durante dos años y medio.
—Millet: Yo tampoco lo pensaba. A veces le hacía jugar con los que tenían un año o dos más que él. Era el más pequeño de todos con diferencia.
—¿Recuerdan cuándo se produjo su marcha a España?
—M: Sí, hizo un torneo muy bueno en el sur de Francia cuando tenía 13 años y alguien de la Real Sociedad le vio y le fichó. Jugaba muy bien y tenía una gran personalidad. Era serio y simple jugando.
—Ch: Su hermano también jugaba, pero no tenía ficha. Antoine estaba siempre con él y con su padre. Se pasaba el día entero en el campo. Su padre había sido jugador de categoría nacional. Le ayudaba mucho.
—¿Es verdad que el Lyon, el club que a él le gustaba, le rechazó por ser bajito?
—M: Completamente. En Francia nos centramos mucho en la talla de los jugadores y no en la técnica. Eso en España es distinto. Allí nunca han mirado su físico y es por eso que le dieron su oportunidad.
—Ch: Y fíjese que, sin ser muy alto, era un gran cabeceador, como lo sigue siendo ahora. Es un jugador inteligente que sabe colocarse bien.
—¿Es un ejemplo Griezmann para los jóvenes de Macon?
—M: Por supuesto. Es el mejor ejemplo posible. Ahora todo el mundo en la ciudad quiere ser profesional como él.
—Ch: Es un jugador que trabajó mucho para ser profesional. Irse a los 13 años lejos de su familia fue duro para él, pero pudo tuvo cerca personas que le dieron una oportunidad, que confiaron en él, y gracias a esto triunfó.
—¿Francia está en sus manos, pese a que a Deschamps le haya costado verlo?
—M: Creo que Deschamps se equivocó pensando que Griezmann estaba cansado y por eso le llevó al banquillo. Pero no lo está. Tiene fuerza.