‘Griezmannía’ en Francia
El atlético zanja los debates y ya es el nuevo ídolo francés. Su camiseta es la más vendida de Francia, seguida de las de Pogba y Payet.
El diario L’Equipe sólo tardó un partido, el inaugural, en apuntar a Griezmann como supuesto culpable de los males del conjunto bleu. No a otro; a él. Deschamps se plegó al viento que más sopla y al siguiente encuentro le dejó en el banquillo, junto a Pogba para que no cantara demasiado. Dardos que de repente generaron un debate en torno a la figura del futbolista colchonero. Dardos que él se ha encargado de disipar luego sobre el campo.
Porque después del gol salvador de la primera fase ante Albania y, sobre todo, de los dos que hizo a Irlanda en octavos para clasificar a su selección, nadie duda de que él es el encargado de llevar el timón de una Francia que navega desorientada, pero navega. El debate de repente es historia pasada. Ahora Francia es Griezmann y diez más, la única fórmula con sentido para poder ser campeones en casa.
Entre los aficionados ese sentir también es generalizado. “No hay otro jugador como él en nuestra selección, al menos no tan decisivo. Es de esa clase de jugadores elegidos que convierten en gol casi cada balón que tocan”, afirmaban ayer varios de ellos de forma efusiva por el paseo marítimo de Niza. Iban ataviados los cuatro con camisetas de Francia, aunque la que más lucía por lo sucedido el día anterior era la de Griezmann.
Camisetas. De hecho, es habitual estos días ver por tierras francesas a mucha gente con la camiseta de su selección. La espalda de la mayoría de ellos luce el nombre del jugador del Atlético. Así lo confirman también los dependientes de la tienda oficial que la marca que viste a Francia tiene en los Campos Elíseos de París: “Sí, Griezmann es la camiseta que más vendemos y por detrás vienen las de Pogba y Payet”.
Con el conjunto bleu ya en cuartos y Griezmann peleando incluso por el trofeo de máximo goleador (lleva tres goles), los focos volvieron a dirigirse hacia él ayer en Clairefontaine, donde se concentran los galos. “Tenemos equipo para llegar a la final. Debemos mejorar en los primeros minutos, que han sido malos o muy malos”, comentó ante la atención de los medios del país. Ya no hay dudas en torno a él, sino reverencias por lo que hace o dice. Es, no hay duda, el ídolo francés.