OCTAVOS | INGLATERRA 1- ISLANDIA 2
Bombazo islandés: Inglaterra también dice no a la Euro
Los 'pross' se dan el batacazo después de que Sigurdsson (6') y Sigthorsson (19') remontaran el gol de Rooney. Histórica Islandia en cuartos.
Inglaterra fue eliminada en los octavos de final por Islandia, un país de 330.000 habitantes en el que uno de cada 2.000 jóvenes tiene opciones de ir a la selección. Se trata simplemente de la mayor humillación de la historia de los pross. Nadie podrá esconderse, nadie hizo su trabajo. Empezando por el entrenador que quiso sacarse de la manga un estilo y un once que no había ensayado antes de llegar a Francia. Eso es peligroso porque para llegar a hacer equipo hay que pasar un proceso del que tan a menudo se olvidan en Inglaterra. A ver si este me sirve, debió pensar. Y no.
Los jugadores deben sentirse avergonzados. Por temerosos, porque evadieron su responsabilidad. Porque no corrieron tanto como los islandeses. Ni lucharon tanto. Porque buscaron siempre a otro, porque en ningún momento intentaron encarar ni al rival ni al miedo. Y buscarán culpables. Roy dimitió pero no hay una alternativa clara porque no saben hacia dónde tirar.
Islandia no es más que orden, estrategia, entrega y oficio. O sea, suficiente. En esta Eurocopa Equipo es el gran equipo. Trabajar en conjunto, ayudar, defender como si el primero fuera el último minuto. Pero sin hacerlo en su propia área, sino que presionando en un bloque medio que no dejó pensar a Rooney, otra vez a cargo del ritmo (cansino) de los ingleses. Con las líneas juntas para que no pudieran respirar ni Sturridge ni Dele Alli.
Inglaterra había hablado de dominar, de mantener la posesión. Pero la pelota fue su enemigo, nunca la amansaron. Por falta de ideas, de valentía. Sterling empezó queriendo sacudirse la rabia y melancolía que se habían apoderado de él, y recogió un pase al espacio desde la derecha de Sturridg; el portero Halldorsson cometió penalty. Marcó Rooney. Lo que tocaba hacer era controlar el juego. Las prisas iban a ser islandesas. Pero dos minutos después Sigurdsson, viniendo desde atrás, acabó una jugada de saque de banda alargada por Arnason.
Y doce minutos después, llegó el momento Joe Hart. Sigthorsson se revolvió al borde del área y chutó como pudo, raso y sin demasiada potencia. Hart se lo tragó. Quedaban setenta minutos, pero ni por esas.
Ni cuando se puso por delante, ni cuando empató Islandia, y mucho menos cuando encajó el segundo tanto, Inglaterra supo jugar el encuentro. Sufren muchos las selecciones a las que la historia coloca en los más alto pero que quedan desnudas cuando llegan las grandes citas. Quieren correr antes de aprender a andar, ansiosas por regresar a un pasado pasado exitoso, imaginario o real.
Islandia, mientras las camisetas inglesas ganaban peso con los minutos, seguía haciendo lo suyo: balones largos a Sigthorsson y Bodvarsson que bajaban y mantenían hasta perderlo.
Pero seguía quedando un buen rato. En la segunda parte Inglaterra se dejó las ideas en el vestuario. Y la velocidad. Y el carácter, si alguna vez lo tuvo. Islandia cedió las bandas a los ingleses pero ni se enteraron: se empecinaron a entrar por dentro, a poner balones largos. Ni las faltas servían, lanzadas horrorosamente por Rooney y Kane.
De hecho en la segunda mitad las mejores ocasiones fueron islandesas, Sigurdsson con un remate de chilena y una contra de Gunnarsson que necesitó una buena mano de Hart. Inglaterra tiró por aquel entonces su primer tiro entre los tres palos. Por casualidad.