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SEVILLA AT. 0 - LLEIDA 1

El meta Caro lleva al Sevilla Atlético a Segunda División

El Lleida venció 0-1 y forzó la prórroga, pero el partido llegó a los penaltis y el portero del equipo andaluz transformó el definitivo.

Sevilla
Los jugadores del Sevilla Atlético celebraron así el triunfo.
Toni Rodriguez

El Sevilla Atlético es de plata. El sevillista será el único filial en Segunda tras un partido de poder a poder con un Lleida que se vació y que ganó 0-1, igual que los sevillistas en la ida, pero que se quedaron sin el premio del ascenso en la tanda de penaltis. José Antonio Caro se erigió en el héroe del partido, deteniendo uno penalti y marcando el definitivo en la muerte súbita, desatando la fiesta en la Ciudad Deportiva del Sevilla.

Tenía que ir el Lleida a por el partido y la presión fue el arma utilizada por los de Idiákez, que presentaron un once muy ofensivo, mientras que el Sevilla Atlético utilizó el que sus aficionados se han aprendido de memoria en este play off. El conjunto catalán desconectó la línea de mediapuntas del Sevilla Atlético del resto del equipo, obligando a los locales a dar pelotazos en busca de Carlos Fernández, que siempre estaba en inferioridad ante los centrales visitantes.

Cuando los sevillistas conectaban, llegaban con peligro, sobre todo por las incorporaciones por los laterales de David Carmona y Matos. Sin embargo, cuando se despistaban los locales, llegaban los problemas puesto que el Lleida siempre estuvo al acecho. Una pérdida de Borja Lasso en el 10 propició una salida de Caro por la que los visitantes pidieron penalti. En el 38 era Diego González el que fallaba en la salida de la pelota, siendo incapaz el Lleida de acabar la jugada, como ocurriría dos minutos después cuando Caro, incomprensiblemente, entregó la pelota al contrario. El marcador no se movió al descanso, no hubo ninguna intervención providencial por parte de los porteros pero el frágil equilibrio tenía pinta de romperse en cualquier momento.

Y un minuto de la segunda mitad tardó en romperse. Contra perfecta del Lleida llevada por Carlos Rodríguez que cruza su disparo y Caro sólo puede mirar cómo entra. Jarro de agua helada para los locales y estímulo brutal para los visitantes.

Pero duró poco la vitamina del gol por el Lleida. Si bien es cierto que los catalanes ya habían igualado la eliminatoria, fue el filial sevillista el que empezó a jugar con sentido y a combinar en campo contrario. El Lleida esperaba para rematar a la contra, pero concedió más facilidades de las debidas a un rival que rozó el tanto del empate con varios remates de Ivi y Carlos Fernández.

Crespo daba la seguridad a su defensa que le faltaba a la zaga local y el Lleida tampoco sufrió demasiado. De vez en cuando se asomaba al área sevillista para meter el miedo en el cuerpo a la parroquia local, por lo que ambos equipos optaron por minimizar riesgos.

Molo tuvo un remate franco de cabeza en el 81 y el Sevilla respondió por medio de Carrillo en la siguiente jugada. Sin puntería ambos, como todo un partido que estaba condenado a la prórroga, como así fue.

Al cansancio acumulado por toda una temporada y todo un play off de 40 días, una Cuaresma, se le añadían 30 minutos de prórroga en los que el calor se añadió al sufrimiento de los futbolistas. Fue, sin duda, el momento más emocionante del partido, donde más ocasiones claras hubo. Dos tuvo el Sevilla, la primera en las botas de Carrillo desbaratada por Crespo, y la segunda en un córner que nadie acertó a rematar y se paseó por el área del Lleida. Colinas la tuvo para sellar el ascenso del Lleida, pero su disparo desde el área pequeña fue detenido por Caro, que ya comenzaba a agigantar su figura

Todo quedaba fiado a los penaltis. Tras el camino más largo, los once metros decidirían quién jugaría en Segunda. Y la tanda tuvo de todo. El primero en fallar fue Carlos Fernández, que se resbaló y mandó su balón a las nubes. Las lágrimas no dejaron ver al sevillista que Caro pararía el penalti siguiente, devolviendo la igualdad en la tanda. Hasta el quinto penalti, todo el mundo marcó y llegó la muerte súbita. Le tocaba al Lleida, por medio de Rubio, cuyo disparo golpeó en el larguero y botó fuera. Si el Sevilla Atlético marcaba, era de Segunda. Y se lo pidió su portero. Se lo pidió a Caro, que con total tranquilidad engañó a Crespo y desató la fiesta en la grada sevillista. El único filial en Segunda la próxima campaña será el de Nervión.