Croacia nos lleva al lado oscuro
Un gol de Perisic castigó a una España a la baja. Marcó Morata y falló un penalti Ramos con 1-1. Nos espera Italia en octavos. Y Alemania y Francia están en el camino.Sorteo Copa del Rey en directo: cuartos de final
Al foso de los cocodrilos. Ahí mandó Perisic a una España alejadísima de su espumosa imagen de los dos primeros partidos. Sucedió tras caminar sobre el alambre por falta de intensidad, desatenciones defensivas, lentitud extrema en la circulación, un penalti errado y una tarde de perros de De Gea. La segunda plaza manda a España a la pista americana: Italia, para empezar; después, probablemente, Alemania y antes de Saint Denis, Francia. Una ruta suicida e inesperada.
El estado de gracia ofrece grandes ventajas, pero también contraindicaciones. Abrazado a él creyó andar España, que para establecer distancias con Croacia con un gol tempranero, algo que siempre es cardiosaludable, no necesitó empezar jugando bien, ni pedirle a Iniesta que tomara la antorcha, ni ahorrarse travesuras en defensa. Después se acomodó en la falsa creencia de que ganar partidos le resulta un gesto natural, un suceso que sobreviene irremediablemente, con o sin merecimiento, y acabó en la jaula de las fieras.
Y es que el gol precedió al mérito. La selección de Cacic, aun sin Modric ni Mandzukic, ofreció buenas hechuras y no se mostró asustadiza. Apretó de salida ante una España imperfecta y no se sintió impresionada por el tanto de Morata, pichichi ya del torneo y que da por sobreseída la causa abierta sobre el nueve. Mediaron en la jugada Silva, con un pase profundo, y Cesc, con un envío sutil que sólo precisó ser empujado sobre la línea. Silva y Cesc, dos violinistas a los que se agarró la Selección hasta caer entre adormecida y fatigada.
Ambos sostuvieron a un equipo que empezó sonámbulo en defensa. Un error de Ramos acabó en disparo intencionado de Kalinic. Otro más grave de De Gea desembocó en una vaselina de Rakitic que golpeó larguero y palo. Al meta le salvó el atracón de madera y la desatención del árbitro, al que se le pasó su derribo a Kalinic.
En aquella ventaja se meció la Selección de Del Bosque, menos codiciosa por las bandas y con poco colorido en el centro del campo. Malacostumbrado por Iniesta, el equipo se dejó ir cuando languideció el azulgrana. Lo percibió Croacia, una selección que tiene musculatura, calidad y una buena urbanización. Y jugadores notables: Srna, Perisic, Kalinic, Rakitic... Paso a paso fue discutiéndole a España el dominio y la pelota. Y acabó discutiéndole el marcador con un impecable remate de espuela de Kalinic al filo del descanso.
Con el partido en el aire, Del Bosque se amparó en el doble pivote, con Bruno, y reagrupó el equipo en un 4-2-3-1. España ganó en pertenencia, que no en presencia. Pjaca pidió un penalti, Kuipers le concedio uno poco claro a Silva y Ramos lo tiró mal ante un Subasic exageradamente adelantado. Y falta de cuatro minutos, nadie supo parar a Perisic, que superó a De Gea por su palo, lance que siempre deja mal al portero. Ese remate nos dejó en medio del campo de minas.
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