La afición coreó a Piqué y pidió el Balón de Oro para Iniesta
Además, los españoles desplazados a Niza arroparon al turco Arda Turán con aplausos ya que sufrió los pitos de su afición durante todo el partido.
España volvió a estar arropada por 8.000 aficionados en las gradas de Niza, igual que ya ocurrió en el debut contra la República Checa. Los seguidores se rindieron una vez más al duende de Iniesta. El manchego dejó varios detalles de genio en la primera parte y escuchó cómo coreaban su nombre, pero el éxtasis llegó tras su pase a Jordi Alba en la segunda mitad. Entonces, la grada fue un clamor: “Iniesta, Balón de Oro”, pidieron durante un minuto entero los españoles. Además, regalaron un detalle que hacía tiempo que no se veía: se corearon el nombre de Piqué por su partidazo.
Esta vez se encontraron enfrente con una afición turca muy ruidosa que abarrotó su parte de la grada desde una hora antes del comienzo y apoyó a los suyos ya en el calentamiento. Los españoles, en cambio, apuraron más en los aledaños del estadio y en los minutos iniciales los cánticos del sector turco retumbaron en el Stade de Niza.
Sin embargo, el paso de los minutos animó a los españoles debido al buen juego de La Roja y al resultado. La afición, además, incorporó una nueva canción a su repertorio: “Cómo no te voy a querer si fuiste campeón de Europa por tercera vez”. Un cántico muy habitual en los seguidores del Real Madrid, pero que hasta ahora no se había trasladado a La Roja. Tampoco faltaron los clásicos “¡Qué viva España” y “Yo soy español, español, español…”.
En esta ocasión no hubo que sufrir tanto como ante los checos y los seguidores de la Selección pudieron disfrutar y seguir los pases de España con constantes “olés”. Además, tuvieron un bonito detalle con Arda. Los turcos comenzaron a abuchearle cada vez que tocó el balón con el 3-0 en el marcador y la parte española respondió coreando su nombre. El futbolista agradeció el apoyo, se giró y saludó a los seguidores españoles. El comportamiento de la afición turca siguió empeorando con el paso de los minutos, hasta que al final del encuentro lanzaron petardos y encendieron bengalas.
