El jugador grancanario Deivid, las dos últimas temporada en el Córdoba y con un año más de contrato, admite que lleva “con humor, porque no me queda otra, las críticas hacia mi persona” por haber dejado Las Palmas para irme con el Córdoba al poco de ascender los andaluces en el Gran Canaria, puesto que “al principio me molestaba más, pero ahora me lo tomo con resignación y le intento sacar el lado gracioso a la situación porque al menos cada vez que pierdo alguien se pone feliz”, dijo entre risas en Cadena Ser Las Palmas. “Cachondeo sano ojalá existiera siempre, aunque lo que me molesta es la gente que se pase de la raya”, añadió. Cuestionado por el gran rendimiento ofrecido por su equipo de formación, admite que “lo que me sorprendió más fue el mal inicio de Liga” en el regreso de los amarillos a la Primera División “que la gran segunda vuelta ofrecida” puesto que “el nivel grupo es muy alto”. El defensor es de los que tenía muy claro “que si se subía las cosas seguro que le irían bien al equipo porque el grupo casi el mismo que cuando yo estaba. Los que vinieron y nuestros canteranos dieron el salto de calidad necesario para salvar la categoría con solvencia. Si encima el nuevo míster encajó a la perfección con la filosofía del grupo, mejor que mejor”. Para él fue clave “los tres partidos ganados de manera seguida” ya que “a partir de ahí el equipo fue lanzado hacia la permanencia”. Como canario es “un orgullo ver que mucha gente habla maravillas del juego de Las Palmas en la península”. Cuestionado por si le habría gustado jugar en la élite con el equipo de su tierra fue claro al afirmar que “claro que sí”, ya que “siempre están jugando al pie, muy abiertos; te dan ganas de jugar allí, pero soy muy feliz en Córdoba”, reconoció. “Disfruto con el equipo cada vez que lo veo porque soy de la isla y tengo muchos amigos allí; cuando se subió a Primera me llamaron y celebré el ascenso con ellos”.
Gran amigo del media punta Tana desveló que en pretemporada “le dije a los responsables del área deportiva del Córdoba que lo trajeran porque es ju jugador espectacular y que con Paco Herrera no iba a jugar. No me hicieron caso y cuando empezó a destacar se quedaron alucinados y les dije que ya se lo había advertido. Ha demostrado que tiene nivel para triunfar en Primera porque el talento lo posee desde que nació y no es algo que se entrene. Tengo la suerte de conocerle desde que tenía diez años y solo le faltaba poner la cabeza donde la tenía que poner para dejar claro que es un futbolista de Primera. Me alegro mucho por él porque se merece lo que le está pasando”. Por último, analizó la eliminatoria de ascenso a Primera División que perdieron con el Girona, catalogándola como “dura” aunque “tuvimos el privilegio de ponernos por delante en el partido definitivo y todo se nos ponía de cara con el 0-1 después de haber ganado 2-1 en casa, pero ellos marcaron dos goles muy rápido y supieron jugar sus armas para marcarnos en la prórroga. No nos pitaron un penalti muy claro a Fidel, al cuál le golpearon la mano y casi le tiene que operar pero está con un yeso. Fue una pena pero ya toca pensar en la próxima temporada. En lo personal estoy contento y tengo un año más de contrato. El club quiere que me quede y el míster, que va seguir, también. Tengo una gran relación con la entidad y encima soy uno de los capitanes, por lo que me siento muy cómodo en la ciudad, en el equipo y no pienso en salir”.