En el país alpino, más allá del gol de Schar, tienen poco a lo que aferrarse por lo visto contra Albania, se han pasado los últimos días recordando la victoria de los suyos contra la Rumanía de Hagi en el Mundial 94, un 4-1 que se califica como “el mejor partido jamás jugado” por su selección. Pero si alguien sabe lo que es hacer historia con su país ese es Iordanescu, que dejó su cargo de senador y volvió por tercera vez al banquillo de Rumanía para algo más que poner en aprietos a la anfitriona. Él fue protagonista en dos de los tres hitos deportivos vividos por Rumanía y quiere un cuarto: fue entrenador/jugador en la final de Copa de Europa que ganó el Steaua al Barcelona y seleccionador precisamente en el Mundial 94, cuando alcanzó los cuartos (el tercer hito en discordia tiene nombre y apellido: Nadia Comaneci).
Petkovic confía en que Seferovic y Lichtsteiner estén a la altura de las circunstancias y lideren al resto de suizos. Él no moverá pieza y repetirá once. Iordanescu sí hará algún cambio para mantener el nivel de intensidad, aunque ninguno en defensa, su principal bastión.