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REAL MADRID

Roissy en Brie: un pueblo con Pogba como mayor orgullo

AS visitó el barrio donde creció el jugador deseado por el Madrid. A una hora de París se encuentra Roissy en Brie, localidad de unos 20.000 habitantes.

Los niños de Roissy en Brie sueñan con ser algún día como Pogba, que se crió como ellos hace unos años en las mismas calles y el mismo club de fútbol.
Jesús A. Orihuela

A una lluviosa hora de París se encuentra Roissy en Brie, la localidad de alrededor de 20.000 habitantes que vio crecer y madurar a Paul Pogba. Se trata de una tranquila comuna con mayoría de gente proveniente de la inmigración. Se percibe paz y convivencia entre todos ellos. Es fin de semana. La comuna descansa. Lo que sí se nota es que a todos sus rincones ha llegado el interés del Madrid por su vecino más ilustre.

También a la avenue Auguste Renoir. Allí, en una de las dos torres blancas de la residence la Renardiere, de la que no deja de entrar y salir gente, se crió Paul Pogba. “Era un buen chico. Siempre saludaba a los vecinos antes que los otros niños. Vivía con su madre Yeo y sus dos hermanos”, recuerda Mamadou, uno de sus vecinos. Hace año y medio, seguramente como consecuencia del éxito de su hijo, Yeo decidió vender la casa y marcharse a un barrio mejor. Atrás quedaban años de duro trabajo que inició cuando llegó de Guinea con su marido, del que acabó separándose.

Tampoco es difícil intuir dónde pulió su depurada técnica Pogba. Varios niños que juegan al fútbol en la calle lo evidencian regateando alcantarillas y recuperando balones de debajo de los coches. “¿Os gustaría algún día ser como él?”, se les pregunta de forma retórica. “Sí”, responde el pequeño Paul-Stan con un monosílabo para la esperanza.

El club. No muy lejos de allí se encuentra el campo del Roissy US, el primer equipo en el que militó el internacional galo. Jugó en él seis temporadas. Sus oficinas están llenas de recuerdos suyos. La camiseta azul número 10 con la que maravillaba cada fin de semana; las fotos de las generaciones que casi él sólo hizo campeonas; las copas que levantó al cielo soñando con repetir algún día como profesional.

Sobre la tierra del viejo campo se llenó de heridas. Ahora las nuevas hornadas del Roissy juegan sobre césped natural o artificial sin que haya visos de que vaya a surgir un talento igual. “Se le veía mucho mejor que al resto de chicos. Luego fui jefe de delegación de las categorías inferiores de Francia y seguía igual que siempre”, recuerda Jean-Claud Loup, uno de los responsables del fútbol de la zona. Ahí, en ese lugar que le trajo al mundo, Paul niño empezó a ser Pogba futbolista.