El Gobierno británico critica el trabajo de las fuerzas francesas
En contraposición a las críticas inglesas, Francia considera "injusta" la polémica sobre la seguridad en la Eurocopa.
La secretaria de Asuntos interiores británica, Theresa May, cuestionó hoy el trabajo de las fuerzas de seguridad francesas durante la Eurocopa de fútbol.
En una presentación en la Cámara Baja del Parlamento británico, May opinó que el Gobierno francés y la UEFA deberían preguntarse cómo fue posible que aficionados rusos atacaran a los ingleses el sábado en Marsella durante el encuentro entre ambas selecciones.
"La violencia en torno al partido genera una profunda preocupación", señaló hoy la política, que también concedió que deberán controlar mejor a los aficionados británicos.
"También debemos asegurarnos nosotros de tener la propia casa en orden", indicó la funcionaria.
May informó al Parlamento que aún hay siete aficionados británicos en hospitales, dos de ellos con lesiones de gravedad. Además, reiteró la decisión del Gobierno británico de enviar fuerzas adicionales a Francia para seguir a sus aficionados.
Inglaterra se medirá el jueves a Gales en Lens en su segunda presentación en el torneo, un encuentro que contará con un enorme despliegue de seguridad tras los graves incidentes de Marsella.
Francia considera "injusta" la polémica sobre la seguridad en la Eurocopa
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, calificó hoy de "injusta" la polémica generada en torno a la seguridad de la Eurocopa, en relación con los incidentes de hinchas violentos rusos e ingleses en Marsella el pasado fin de semana, que dejaron 35 heridos, uno de ellos crítico.
"Había más de 1.000 policías en las calles que intervinieron para parar los problemas de orden público y se hizo en una hora", declaró Cazeneuve durante una rueda de prensa en Burdeos (sur).
El máximo responsable de la seguridad en Francia dijo que el dispositivo de seguridad desplegado en Marsella, donde el fin de semana se registró una batalla campal entre hinchas rusos e ingleses, fue el adecuado.
En la misma línea, el primer ministro francés, Manuel Valls, también salió al paso de las críticas por los incidentes y aplaudió "todas las decisiones" tomadas desde el inicio de la Eurocopa en relación con los violentos.
"Tomamos todas las decisiones que debían imponerse", declaró desde Caén (noroeste) el jefe del Ejecutivo galo, quien subrayó la "gran determinación" de su Gobierno frente a quienes intentan "aguar la fiesta" del fútbol.
Valls recordó que la UEFA ha amenazado de exclusión a Rusia e Inglaterra si sus seguidores vuelven a protagonizar incidentes violentos y felicitó a las fuerzas de seguridad franceses por su trabajo.
"El fútbol es un magnífico deporte popular, debe de ser una fiesta. La zona de aficionados de París, como en otras ciudades, es un lugar de fiesta. Los estadios están llenos y hay que continuar con la fiesta y separar a los que la quieran estropear", agregó Valls, que dijo que ya se han producido y se seguirán llevando a cabo expulsiones de hinchas radicales.
Por su parte, el ministro francés de Deportes, Patrick Kanner, denunció en declaraciones a la Agencia France Presse "una lamentable ausencia de cooperación" de las autoridades rusas en relación con sus "hooligans" y llamó a la federación de fútbol de ese país a "reaccionar".
"La cuestión es la prevención anticipada. Algunos visados no se deberían de haber concedido nunca", agregó el ministro, que cifró entre 150 y 200 los seguidores rusos violentos.
Kanner destacó que se reforzará la seguridad en el partido que Rusia disputará el próximo miércoles en Lille contra Eslovaquia, que hasta ahora no se consideraba peligrosos.
La policía francesa contará para ello con la colaboración de agentes enviados por Moscú para asistir a sus colegas galos.
La reacción en bloque del Gobierno francés se produjo el mismo día en que se condenó a dos y tres meses de cárcel a los dos primeros hinchas ingleses juzgados por su participación en los altercados de Marsella.
Además se les prohibirá a ambos regresar a Francia en dos años.
También se condenó en un juicio rápido a un francés a dos años de prisión, uno incondicional, por robos y agresiones durante esos mismos incidentes en el marco del encuentro entre Inglaterra y Rusia celebrado el pasado domingo.
Sin embargo, la policía gala no consiguió detener a ninguno de los cerca de 150 "hooligans" rusos que participaron en la batalla campal y que estaban "extremadamente entrenados".
En paralelo, las autoridades francesas prohibieron hoy la venta de alcohol para llevar en las ciudades de Toulouse y Lyon hasta el final de la Eurocopa el próximo 10 de julio.
Asimismo, la policía podrá obligar a retirar de las terrazas mobiliario susceptible de ser utilizado como arma arrojadiza, agregó el máximo responsable de la seguridad francesa.
Tampoco se podrán vender bebidas en las terrazas de los bares, donde no se autorizan los vasos, botellas u otros recipientes que puedan ser usados como proyectiles, ni utilizar en la calle los surtidores para servir cerveza.