GRUPO D | ESPAÑA - REPÚBLICA CHECA
Los médicos obligan a Cech a jugar con un casco protector
Hace 10 años de la fractura craneal de Cech ante el Reading. El portero pidió a los médicos retirárselo porque oye mal; recibió un no.
Hace diez años del fatal día en el que la vida cambió para Petr Cech. La vida deportiva, al menos. El 14 de octubre de 2006, en un partido defendiendo la camiseta del Chelsea en el Madejski Stadium ante el Reading, chocó con el jugador local Stephen Hunt dentro de su área y el impacto le causó una fractura craneal. Había transcurrido únicamente un minuto de juego.
Cech fue cambiado por el portero suplente tras permanecer un tiempo sobre el césped. Al principio nada hizo imaginar que la lesión era tan grave. Sin embargo, los análisis a los que inmediatamente fue sometido por parte del cuerpo médico determinaron la fractura y obligaron a los galenos a reaccionar rápido para reparar el daño. Se dijo incluso que su vida llegó a estar en juego. En una entrevista posterior, Cech diría que no recordaba absolutamente nada del choque.
Para siempre. Aquella desgracia ha perseguido al guardameta checo desde entonces. Tres meses después del golpe, regresó a los terrenos de juego pero lo hizo con un casco protector que desde aquel día exhibe en cada partido. No es una protección voluntaria suya por miedo a sufrir otro susto igual; es un requirimiento médico obligatorio para que la fractura no se vuelva a abrir.
Así, ya es una década entera la que lleva Cech jugando con el famoso casco. Incluso se ha convertido en parte de su imagen de marca. Él lo acepta como es lógico cuando hay orden de los médicos, pero también sufre las consecuencias de jugar con algo tan incómodo sobre la testa.
De hecho, esta misma temporada les pidió permiso para avanzar en la recuperación y poder jugar sin casco. El motivo era lo suficientemente considerable. El artilugio le molesta en los oídos porque tiene que estar muy prieto y además le resta audición por parte de compañeros de su equipo. Una imagen repetida, la de Cech con casco, que volverá a producirse en el choque ante España que servirá para que ambas abran la Eurocopa. Todo sea por su seguridad.